Mundo ficciónIniciar sesiónActo IV- Estrellado~
Si las definiciones en un diccionario tuvieran imágenes en lugar de palabras, seguramente la cara de Billford Rizz aparecería en “Desvergonzado” y “Escoria” por igual. Alfa Ery le había suspendido del entrenamiento y sus labores como guardia por tanto no debería ese zángano andar vagando por ahí como si tuviera el día libre o anduviera de vacaciones.
Lina espera sentada en la mesa mirando a la puerta, no importa cuántas veces la vea, nadie entra por ella. Ella está acostumbrada a que no regrese de noche, tenía sus sospechas hasta que leyó en aquel comunicado donde aparecía su nombre y el de ella señalados como unos sucios exhibicionistas. La joven lobo acababa de recolectar algunas manzanas esperando entregarme algunas por comerse las mías. Le había gustado mucho su sabor y quería repetir el ejemplo de la manzana a la mitad para hablar con su pareja y hacerle entender el dolor de su traición.
El comunicado acabó por romper sus esperanzas en arreglar su matrimonio, decía a detalle el lugar donde lo hicieron y la hora en que se escaparon para tener relaciones sexuales. El canasto en sus manos cayó cuando una última descarga de adrenalina le dio las fuerzas para buscarlo. El resto fue historia, no solo admitió que la había engañado quien sabe por cuánto tiempo, también dijo por desliz el nombre de la otra mujer. Gabriella Barret, su única amiga.
Una infidelidad es algo insoportable para un lobo porque, literalmente, sienten la puñalada por la espalda con la traición de su pareja. Una sensación de ardor en el cuerpo como si se le quemara con un hierro al rojo vivo justo en el lugar donde se han unido con la marca de pareja. Pero el mayor dolor de la puñalada lo obtuvo al saber que su única amiga era quien lo había tomado, una mujer cínica que fingía escucharla y aconsejarla en los momentos que no tenía a nadie más a quien recurrir.
Si bien su pareja no era perfecta y solía levantarle la mano en ocasiones, el momento en que todo cambió para ella fue cuando presenció personalmente lo que era que alguien se preocupara genuinamente por ella, una casi desconocida de la que solo había podido escuchar algunos rumores y a quien había visto de reojo durante sus deberes como mucama en el edificio de la manada.
Aquella a la que todos llamaban su Luna por designio divino, una Omega como ella quien había sido bendecida de una manera tan injusta para muchos ¿Por qué ella? Pensaron muchos de ellos, incluso se preguntaban la razón por la que el Alfa temido y despiadado hubiera dejado pasar los insultos de esa insolente hembra quien incluso osaba rechazarle frente a la manada.
“Luna otra vez está en cama”
Las voces decían que volvió a desmayarse, algunos sospechaban que podría tratarse de un embarazo otros creían que simplemente era débil en extremo.
Pero Lina conocía la razón, su Luna se había preocupado por ella hasta el punto de tomar su dolor y empatizar con ella. Su Luna tenía la afición extraña de escribir historias, se le daba bastante bien aunque era una habilidad poco útil pues eso no aportaba nada al enriquecimiento de la manada ni como una muestra de poder.
Ahora entendía la razón por la que el Alfa parecía tan encantado por ella, su sensibilidad y su corazón noble eran irresistibles. Es imposible ignorarla, su Luna verdadera y única. Nadie más podía ser tan adecuado para ese lugar como ella.
“La decisión es tuya, Lina”
No intentó imponerle la decisión final, dejó que ella eligiera lo que deseaba, incluso aseguró su protección y la del cachorro en su vientre. Aquella Luna con la que nunca antes había conversado hasta ese día.
“Mi Luna”
Pensó tomando aquello como las fuerzas que necesitaba para hacerlo sin dudas ni temores, esa noche debía romper el vínculo de una relación que se había deteriorado desde que comenzó.
CLANK
La puerta finalmente se abre. Aquel lobo al que creyó amar y quien la amaría más que nadie ya no le parece atractivo ni tampoco siente nostalgia por lo que va a decirle, finalmente puede dejarlo ir.
—Lina ¿Qué haces despierta? —Pregunta aquel macho al que creyó unido a ella y que ahora parece un desconocido—Como sea, necesito que asegures---
Lina no responde, su mirada no tiene expresión alguna mientras escucha atentamente. Cada palabra ha dejado de apuñalarle, en su lugar solo le llena de incontenible rabia.
— ¡Lina! ¡¿Estás sorda?! ¡Te pregunté algo!
Lina solo cierra los ojos y pestañea, le mira como un gran juicio en silencio.
—Me pasé un poco esta vez, no debí pegarte. Pero debes entender que fue tu error, Lina. Si fueras una esposa más atenta y entendieras a tu esposo sin ponerte del lado de esa Luna problemática, quien solo quiere hacerme quedar mal para desquitarse conmigo de su molestia por los rumores que hablas con las sirvientas---
Lina cierra el puño, podría aceptar sus palabras desvergonzadas de no ser que el veneno va dirigido para aquella que fue la única que tiene el interés de proteger el corazón de la manada.
—Billford Rizz, me golpeaste sabiendo que llevo aquí dentro a tu propio cachorro. No porque me haya puesto del lado de mi Luna sino por negarme a proteger a TU amante.
—Briella está sola, Lina. No tiene a nadie más en su vida, solo le hago compañía hasta que su pareja destinada aparezca en la manada.
“¿Y yo no estoy sola también?” Piensa la joven mordiendo su labio conteniendo las lágrimas. Si bien su familia había caído y no era más que una pequeña sombra de la gloria que antes tuvo como una familia de Betas donde tuvo la desgracia de mancillarla al nacer como Omega. Pero aquel que se supone es su pareja solo se preocupa por otra hembra y la compadece, ni siquiera le importa enlodar lo poco que queda de su nombre para protegerla.
— ¿Y eso cuando será, Rizz? ¿En una semana, un mes, un año? Mientras tanto que tu pareja agache la cabeza y haga como si su esposo no es un infiel mentiroso y retorcido---
— ¡NO ME HABLES ASÍ! ¡ERES MI PAREJA, HARÁS LO QUE YO TE DIGA!
Billford Rizz al sentirse acorralado ante la nueva actitud de Lina solo puede usar su voz intimidante y el uso de su fuerza para asustarla con los golpes contra la pared. Cuando un espejo cae y se estrella no importa cuánto se haga para resanarlo, puedes acostumbrarte a usarlo por el lugar que permanece intacto pero siempre estará con ese defecto. Aunque le diera mil vueltas y tapara las grietas para ignorarlas, ya se había roto y eso era la realidad.
—Billford Rizz, tus amenazas ya no me importan. Dejaste de ser mi pareja desde el momento en que me despreciaste de mil maneras y fallaste en amarme, protegerme---
— ¡¿Fue esa estúpida quien te metió esas ideas en tu pequeña e inútil cabeza, no es así?!
—No, Billford. Lo he pensado desde el primer día que me pegaste.
—Fue un pequeño error, Lina. Me disculpé---
—Después de asegurar que fui yo quien provocó que lo hicieras.
Billford tuerce la boca, escucha en silencio probablemente a su lobo quien debe estarle dando un buen sermón pues la mayoría de los lobos son leales, es el hombre con el que comparten cuerpo el que es un completo idiota.
—Digamos que tienes la razón, pretendamos que toda la culpa fue mía, lo hiciste más veces cada vez con más fuerza. También sabías que no estaba bien y te aseguraste de que los golpes fueran en lugares que no fueran visibles.
Lina enumera algunos momentos, cada uno le llena de más determinación en su deseo por dejarlo.
—De acuerdo, me disculpo ¿contenta? Por eso traigo un ramo de flores---
—Oh, Billford, si tan solo esas flores pudieran borrar lo mucho que me heriste aquí— señala en su pecho del lado donde late su corazón— Cada ramo que me has dado en tus “ocasiones especiales” termina igual que yo, marchito a los pocos días.
Billford por primera vez en su vida siente algo gélido resbalar por su espalda, es el temor al saber que ha rebasado el límite de su pareja.
—Lleva ese ramo a Gabriella, lo necesitarás para pedirle posada después de romper el vínculo e irte de mi vida para siempre.
El hombre le mira incrédulo, incapaz de procesar sus palabras.
— ¿Romper? ¡¿Te atreves a rechazar el vínculo?!
—Eso mismo, Bill.
—Me niego… quieres… es mentira…
Observa a su pareja, la joven no tiene ápice alguno de estar bromeando. La frialdad en su mirada le es insoportable no solo a él sino a su lobo quien toma posesión de su cuerpo en un intento desesperado por detenerla. Sus ojos café rojizo muestran furia y súplica a la vez.
—NO… PUEDESS…
—Lo siento, Thomas— Dice observando al lobo al que ella estuvo también unida— Yo Lina de Fritz---
— ¡NO LO HARÁS!
Lobo y hombre se unen en una sola voz de ira. Se abalanza contra la mesa con sus manos puestas en Lina, ambos dispuestos a tomarla de su cuello y apretar con fuerza.
En ese momento un zapato vuela y cae sobre su cabeza.
Desde la escalera ve dos cuerpos observarle, ambos juzgándole con la sola mirada.
—Es suficiente, Lina.
Lina se aferra al brazo de Rizz, entre lágrimas se dibuja una pequeña sonrisa, aunque tenía mucho miedo sabía que su Luna le protegería y esta no le abandonaría nunca.
La misma Luna a la que había jurado desde ese momento que protegería con su vida también.
***
Ahí va uno de mis mejores zapatos. Como cuando se cae un alimento al suelo y se dice que ya fue lamido por el diablo siento que se ha contaminado con el solo tocar a ese ser vil y descarado.
Dejé que Lina lo enfrentara y que terminara con él bajo sus propios términos, ella necesitaba esa fuerza y confianza. Mientras escuché desde las escaleras, preocupada hasta los huesos por lo que pudiera hacer Billford, fue Etzel quien me hacía señas de silencio y se mantuvo evitando que bajara a golpearlo por cada pavada que salía de su boca.
Cuando Lina finalmente le pidió romper el vínculo escuché un ruido violento y una voz diferente a la de Billford. Etzel murmuró que era su lobo quien estaba respondiendo.
Su lobo había perdido todo el control sobre sí mismo, Etzel me advirtió que era el momento de hacer algo pues un lobo descontrolado en el cuerpo de un humano necio se puede volver muy peligroso.
Estaba ahorcando a Lina, ni siquiera su lobo tenía honor, ambos eran una completa escoria. Al no tener nada a la mano para lanzarle me quité el zapato, no es lo más eficiente del mundo pero lo suficiente para ganarme algo de su atención.
—Billford Rizz, eres una deshonra para un guerrero y también para la manada. Atacando a una hembra embarazada como el gran cobarde que eres.
—Rizz, en nombre del linaje Avery te ordeno que sueltes a la señorita de Fritz—Dice Etzel saltando desde lo alto hacia él.
Bill se niega hasta que Etzel lo toma por la espalda y lo golpea con fuerza. Lina cae respirando y tosiendo con dificultad, yo también salté la escalera para socorrer a esa pobre mujer.
—Perdona, debí asomarme más pronto…
Lina niega con la cabeza y me sonríe tosiendo.
—Fue…preciso…Luna.
Sonrío con alivio, su respuesta es contagiosa. Un ruido pesado me alerta, es Etzel quien cae contra la pared de espaldas.
—Dile a tu guardaespaldas que una Luna debe tener agallas de pelear por sí misma— Dice Bill retomando el control de su cuerpo.
—Etz, es suficiente. Te pedí que no interfieras si no te lo he pedido.
Etzel me mira desde donde está, aunque no se ha golpeado de gravedad sí parece dolerle un poco la espalda.
—No me gusta pelear si no es estrictamente necesario.
—Es porque no tienes fuerza alguna, eres débil---
—Dije que no me gusta pelear, no que no pueda.
— ¡JA! ¡NO SIRVES NI PARA COGER CON EL ALFA! ¡YA NO LE IMPORTAS!
¿Debería sentir algo por las palabras de ese cobarde? No, claro que no.
—Lo que pase con mi matrimonio y mi pareja no debería ser tu interés por ahora, pequeño Billy Dilly.
— ¡¿Cómo me llamaste?!
—Dicen que los de ego grande es porque en realidad son muy pequeños de otro lado, Billy Dilly—Me gruñe y sonrío con ironía—Que eso ya no deberá preocuparte porque estarás soltero.
El tipo ese me bufa en la cara.
—Luna…—Dice Lina preocupada por lo que pueda hacerme Bill.
—No te preocupes por mí, Lina, rechaza de inmediato a este remedo de macho.
Molesto sus ojos vuelven a ser de un marrón rojizo y su Lobo me enfrenta intentando golpearme, Chiara y los entrenamientos de Hershey me sirven para esquivar su golpe lento por el peso de su propio brazo.
— ¡¿Quién te crees que eres para dar esa orden?!
No lo sé… Tu Luna, tarado.
— ¿Luna? ¡No por mucho! ¿Eres tan tonta? ¡En estos momentos el Alfa está muy ocupado entregando tu lugar a una hembra mucho más hermosa y digna de ser nuestra Luna!
Dale con lo mismo, no se necesita ser una Luna o tener poder sobre la manada para ver por lo que es correcto y alejar a las alimañas que impiden a las flores desarrollarse adecuadamente.
Cada palabra suya es como el ladrido de un perro que se siente bravo al estar detrás de la reja.
— ¿Terminaste, basura? —Es muy aburrido lidiar con tipos como este.
— ¡¿A quién le llamas basura, sucia omega?!
En cuanto intenta golpearme esquivo y le tomo del brazo, aunque Chiara quiere darle una buena chamuscada, decido pegarle una buena patada que lo envía hasta la mesa donde su cuerpo se desliza hasta caer.
¿Y ese es el gran guerrero de Ery? Ni siquiera conoce lo básico en puntos vulnerables para cubrir los suyos.
Etzel me mira asombrado con la boca bien abierta, le respondo con una sonrisa y volteo a ver a Rizz con todo el asco que le tengo.
— ¡¿Cómo?! ¡¿De dónde saca fuerzas esa Omega inútil?!
— ¡Si el Alfa elige o no otra Luna me da igual!
Incluso si fuera débil no podría quedarme quieta viendo a este abusivo.
¡No voy a tolerar que un macho idiota como tú humille y golpee a una hembra indefensa solo porque la cree de su propiedad!
Rangos, Alfa, Beta, Omega, son pretextos para someter al débil y ejercer el dominio cobarde. Veamos el ejemplo de este supuesto guerrero que falta a su propio código al someter al débil en lugar de proteger a su manada como debe.
Intenta una vez más atraparme, su especialidad son los golpes directos pero sus movimientos toscos son demasiado lentos a comparación de Hershey quien es mucho más ágil. Nuevamente esquivo su golpe, no tengo mucha habilidad con los puños pero tengo más fuerza en las patadas. Chiara también interfiere un poco y me sirve de apoyo brindándome su poder.
Nuevamente logro pegarle una patada, esta vez incluso aúlla del dolor.
Al saber que mi nivel de fuerza es lo suficiente para hacerle frente el muy cobarde pone en la mira su segundo plan y antes de poder hacerle algo para detenerlo agarra a Lina por el cabello. Ella grita asustada protegiendo su vientre en lugar de intentar defenderse de su agarre.
— ¡LINA! —Aunque alargo mis manos el maldito desgraciado me amenaza al mostrar el filo de sus garras con las que rasguña en el cuello de su propia pareja.
— ¡Tú no te vas de aquí, zorra! ¡Eres mía nadie aquí tiene palabra con lo que haga o no a lo que me pertenece!
—Bill— Digo en tono bajo para tranquilizarlo— ¿O quizá eres su lobo? No importa, ella está embarazada y tiene a tu cachorro…
— ¡TODO ESTO ES POR TÍ, SUCIA OMEGA! ¡LINA JAMÁS ME DEJARÍA SI NO FUERA POR TU PERFIDIA E INJURIAS! —Nuevamente amenaza con cortar en el cuello de Lina— ¡ELLA SABE QUE ES MÍA, SI TENGO AMANTE O DESEO COGERME A TODAS LAS HEMBRAS DE LA MANADA DEBE SONREIR Y ESPERARME CALENTANDO LA CAMA PARA SACIARME!
Es tan desagradable este tipo…
‘Cady, usa mi poder’
¿El fuego? Puedo quemar a Lina si lo hago.
‘No el fuego, te dije que tenemos un enlace con TODA la manada por medio de sus lobos, Thomas no es un mal lobo, no quiere el rechazo porque ama a su pareja y se ha aliado a su humano para defender a su pareja aunque no le agrada lo que hace su humano’
Es algo demasiado detallado como para ser una mera intuición, Chiara… ¿Hablaste con su lobo?
‘No, pero puedo reconocer la mirada de un lobo desesperado por detener a su humano.’
De acuerdo, que quieres que haga.
‘Si recuerdas cuando nuestra pareja estuvo bajo los efectos del acónito…’
¡No voy a besarlo! ¡Qué asco!
‘Ewww ¡Para nada! Me refiero a que entres a su mente y tranquilices al lobo’
¡¿Cómo ##### hago eso?! ¡Apenas puedo recordar con exactitud lo que pasó ese día, lo de entrar a la mente de Ery fue una coincidencia medio extraña! ¿Instinto tal vez?
—MÍA…MI LINA… ¡MÍA!
‘O puedes usar tu comando de Luna para que el lobo de Bill te obedezca’
¡Me agrada más esa idea!
—CÁLLATE —Chiara y yo le damos una orden y este cierra la boca— ¡Escucha bien, troglodita! —Me aproximo con cautela—Una mujer decide a quien entregarse, incluso si un vínculo dicta que sean pareja, son las acciones de la misma lo que determina la duración de su relación.
Por un momento su mirada parece suavizarse.
— Thomas, sé que como lobo no fue tu intención dañar a Lina, sin embargo fallaste en detener a tu humano—Me acerco un poco—No importa si entregamos nuestro corazón y nuestro cuerpo, no somos de su propiedad. Podemos decidir terminarlo si no vale la pena.
—No…Lina…Mía…Mía…— Gruñe con una lamentable suavidad.
—Lobo u hombre, no importa quien responda la respuesta es la misma ¿Cuándo fue la última vez que le diste un cumplido? —Su silencio me confirma todo—No lo sabes porque nunca lo has hecho. El sexo no es lo único para lo que servimos las parejas.
El lobo de Rizz libera a Lina quien cae con delicadeza en el suelo respirando con dificultad, murmulla una disculpa y le pide que se aleje, sabe su batalla perdida, resignado contiene unos segundos a su humano paro que Lina pueda escapar.
—Mi Lina…vete…no te vayas…aléjate—Su lamento contradictorio es desgarrador pero no se puede tapar el sol con un dedo y negar a su desagradable lado humano.
Thomas gruñe con fuerza, su humano intenta recuperar el control de aquel cuerpo contaminado por los deseos mundanos de un ser egoísta.
— ¡Lina, no te atrevas a irte! ¡Te lo he dado todo! ¡¿Ya olvidaste el ramo de flores que traje para ti?! Siempre me disculpo contigo, prometo no volver a pegarte. Aunque me acueste con todas las hembras sigues siendo mi pareja.
¿Vas a dejar que las palabras de una hembra que fue abandonada por su pareja te hagan negar mi amor?
¿Flores? ¡¿Se atrevió a mencionar las malditas flores?!
Dejo a Lina al cuidado de Etzel quien la recibe con delicadeza. En cuanto veo que está a salvo regreso hacia dónde está ese patán y le propino una buena patada en el estómago.
¡Flores!
¡Eso no quita las heridas físicas ni mucho menos las del alma! ¡¿Creen que por engendrar la semilla no es necesario seguir cultivando a su flor por ser un regalo?!
— ¡Alguien como tú no merece bendición alguna ni mucho menos a alguien como Lina!
Suelto un bufido de molestia y asco. Mientras el tipo ha quedado en el suelo volteo a ver a Lina y a Etzel sonriendo, finalmente ha terminado.
Lina por fin eres libre…
Es demasiado tarde cuando veo el horror en el rostro de Lina quien ha notado a Billford detrás de mí, ha logrado dominar a su lobo y tiene la mira de sus garras contra mi pecho.
¡THUD!
Con una impresionante velocidad Lina saca sus garras y araña su cara. Esta vez la sorprendida soy yo.
—Cómo te atreves a atacar a tu Luna y faltarle al respeto.
No puedo evitar reírme ¡Tiene razón Chiara al decir que no se debe subestimar a nadie!
— ¡¿Cómo te atreves a levantar un solo dedo en contra de tu pareja?! ¡Estás del lado de esa perra oportunista!
—Bill Rizz, olvidas que soy Lina de Fritz, incluso si mi familia perdió ese título sigo siendo la nieta de un Beta formidable. Por supuesto que voy a proteger a mi Luna de una deshonra como tú.
¡BAAANG!
Dejo caer frente a él los papeles.
—Firma, escoria.
Mirando al suelo gruñe golpeando con sus puños usando sus fuerzas, es su lobo quien también libera esos golpes, sabe que su pareja ya no los quiere.
—Lina, yo, Bill Rizz, Guerrero de Silivia Crescent Lake te re---
¡BAM!
— ¡AAAAGH!
Lo pisotee con fuerza.
— ¡Tú no vas a darte el lujo de rechazar, escoria! ¡Es ella quien va a rechazarte y tú lo aceptarás sin objeción alguna!
¡Si aún le queda algo de nobleza como guerrero sabrá que un rechazo sin contrato puede debilitar al lobo de su pareja y atentar contra la seguridad de su cachorro!
—Piénsalo bien, Lina… Al rechazarme no tendrás ninguna segunda oportunidad, estarás sola. Serás castigada por mancillar el sagrado vínculo de la diosa---
¡BAM!
Etzel es ahora quien lo golpea.
— ¡No solo el vínculo es sagrado, idiota! ¡Debes respetar a tu pareja y amarla porque es maravillosa, por eso la diosa eligió su unión!
—Lo dice la perrita que no pudo conservar a su dueño ni usando su cuerpo---
¡BAAAM!
Etzel lo patea y lo golpea. Le hago señas para que se detenga, puedo defenderme sola.
—Perdona, dije que no voy a interferir pero no puedo soportar lo que dice esa deshonra para todos los lobos y hombres…
Asiento con la cabeza, no es momento de discutir por pequeñeces como esas, los tres tenemos en común el profundo asco que nos causa este tipo.
— Lo que yo haga o no es algo que no te importa, Rizz, te lo dije. Preocúpate de tus propios asuntos — señalo a Lina—Porque al dejarlos descuidados finalmente se hartaron de tu m****a.
—Bill, firma y acepta mi rechazo. —Insiste la joven que ya ha perdido toda su timidez.
—Incluso si crees poder continuar con tu vida como hizo tu abuelo cuando lo rechazó su pareja destinada, recuerda, eres hembra y ningún lobo querrá a una hembra de segunda mano con un cachorro que cuidar.
¡SLAP!
Lina le abofetea volteando su rostro.
—Ojalá pudiera decir lo mismo de ti, un bastardo que pasó por quién sabe cuántas manos.
¿Una Luna puede tener Beta? ¡De ser así quiero que Lina sea mi Beta!
¡Lina de Fritz es la nieta de un afamado Beta! Desde la caída de su abuelo y por su nacimiento de "baja cuna" Lina se había resignado a tomar su lugar humilde en la casta de "Omega" incluso soportó a su pareja destinada por mucho tiempo. Fue la fuerza de no sentirse sola y que le importa a alguien más lo que le da las fuerzas para recuperar la confianza en si misma. Recordando que lleva algo de Beta en su interior.







