Capítulo 108.1- Nadie le enseñó (1/4)

Acto I- Lo hizo de nuevo~

“Dejemos de mentirnos a nosotros mismos” Eso fue lo que le dije, estoy segura de que es lo mejor para los dos. Doy algunos pasos más, no importa si estoy en un lugar apartado, quiero estar completamente segura de que él no me ha seguido ni está presente.

Una parte en mí desea voltear, me ruega que le escuche con tanta insistencia que por un momento llego a creer que es Chiara jugando con mi mente. Pronto me percato, por el silencio de Chiara, que es mi propia voz. También un mal presentimiento me advierte que continúe en mi camino “No hay nada más que hablar” dice la voz interna más sensata. Decidí hacerle caso a esa advertencia mientras mis pasos continúan avanzando sin ninguna vacilación.

Tan pronto logré entrar por la puerta de la manada, el mal sabor en mi boca y el vació en mi interior dejan de ser importantes cuando veo correr a la señora Thunderhowl con unas toallas y sábanas limpias.

— ¡Lleven esto al Doctor Yeha!

Todos parecen muy ocupados y preocupados por algo. No estoy segura de qué puedo hacer para ayudar sin embargo no podría pasar de largo sabiendo que hay una emergencia en alguna parte.

— ¿Le ayudo a llevar esto? —Ofrezco de todo corazón mi ayuda.

—Luna, no necesita preocuparse nosotros podemos---

— ¿Qué clase de Luna sería si no puedo estar en momentos de emergencia para la manada?

—Lleve esto entonces—La señora Thunderhowl me tiende un canasto con artículos como gasas, alcohol e instrumentos quirúrgicos.

— ¿Qué ocurrió?

—La esposa de Gamma Jerome está---

De inmediato pierdo el paso ¡Algo le sucedió a mi querida Hersh! Quisiera aventar todo y correr a su lado, pero debo cuidar de estos suplementos con mi vida. Intento guardar mi compostura hasta que veo como algunos de los sirvientes omega salen aprisa con gasas y una manta ensangrentada.

El olor de sangre es demasiado intenso, le pertenece a mi mejor amiga.

‘Debes calmarte, Cady´

¿Calmarme? Es Hershey, Chiara. Si algo le sucediera yo no sabría cómo…

‘Tal vez el parto se adelantó’

Apresuro el paso, el pasillo me parece inmensamente largo así como la distancia hasta el anexo de enfermería de emergencia. Ella me ayudó cargando con mi peso, tomamos un baño juntas y luego la dejé sola al querer alejarme de Ery y la imagen de él al lado de otra tipa.

¿Fue mi culpa? ¿Por qué fallé en notar las señales?

Mi corazón se acelera, mi respiración es lenta, siento como si me fuera a ahogar en cualquier momento y todo a mí alrededor se vuelve lento como en una película cuando se avecina la tragedia para el protagonista.

Chiara me brinda sus fuerzas y me ayuda a continuar sin colapsar hasta que finalmente encuentro a Jerome en el pasillo, el doctor Yeha habla con él. De solo escuchar parte de la conversación siento un gran nudo en mi estómago.

—Fue una amenaza de aborto, el cachorro se encuentra estable. Pero no puedo decir lo mismo de su esposa, Gamma Jerome.

—Mi esposa es muy fuerte, tuvo un disgusto muy fuerte pero ella sabrá manejarlo.

—Deberá reposar, alejarse de cualquier estrés. Esta vez el cachorro probó su gran fortaleza y se ha mantenido sin ser afectado. No puedo garantizar su seguridad si hay una segunda vez---

¡THUD!

Colapso en el suelo sin soltar los suplementos ni dejarlos caer.

—Luna—Jerome acude a mí y me ofrece su mano. Abrazo el canasto y niego con la cabeza— En el suelo no podrá hacer nada, por favor no haga esto más difícil.

Aunque aparenta estar serio puedo ver en sus ojos la contención de sus propias lágrimas y la preocupación que comienza a brotar por mis ojos. Una a una las gotas salen por la comisura de mis ojos.

—Fue mi culpa. Si no la hubiera dejado esta mañana…

—No es culpa de nuestra Luna, tampoco del Alfa. Esto es enteramente consecuencia de la carga que lleva mi pareja en su espalda estos días.

Vuelvo a negar con la cabeza. Solo yo sé cuál es esa “carga” además de esto del embarazo, también debe llevar a cabo en secreto las misiones del sistema, es mi aliada en este lugar por decisión propia porque no supe cuidarme por mi misma.

—Hershey ya no está en peligro.

Repite en una voz seca y firme. Se me escapa un sollozo cuando acepto su mano finalmente y este me jala para levantarme.

Jerome puede ver mi preocupación, lo mucho que evito cruzar miradas al dirigirme al suelo como si deseara que se abriera y me tragara entera.

—No es tu culpa.

Repite con firmeza.

—Perdón… — Digo conteniendo mis ganas de llorar ahí mismo.

—Una Luna jamás debe pedir perdón. Mira siempre a los ojos y escucha firme incluso cuando las noticias no son buenas. Si nuestro Líder no tiene la fortaleza, entonces nuestra manada es débil.

¿De verdad habla de debilidad y se preocupa más por el orgullo de la manada que su propia esposa?

— ¿Cómo pueden ser tan insensibles? ¡Es una vida---!

Jerome, digno ante lo que es, tiene en su rostro la determinación y temple de un guerrero. Imbatible, está seguro de la fuerza que tiene su pareja y resistencia. De inmediato bajo mi guardia, incluso si eso es lo que muestra. En el fondo puedo escuchar el aullido de su lobo así como su preocupación.

***

Ambos nos quedamos afuera, esperando noticias y deseando lo mejor en resultados para cuando Hershey despierte.

Jerome me tiende una taza con té para calmarme y se sienta a un lado mío. Aunque conversamos un poco por el enlace mental privado que compartimos con Hershey y Milo, es la primera vez que realmente estamos solos. Ni siquiera con Josh Bury he tenido un momento así.

Mientras soplo un poco para disipar el calor del contenido en mi taza, es Jerome quien rompe el hielo hablando primero.

Jerome me explica sin perder su serenidad pero si preocupado por su pareja, Hershey desde hace unos días actúa extraño. Es más explosiva y muestra mayor preocupación por protegerme así como se ha hecho por objetivo el velar por mi felicidad. También suspirando me comparte como este aumentó hasta el punto de perderse a sí misma. Incluso ha perdido el apetito.

Es como lo que hablamos en mi sueño por Acónito.

—Aunque creo que no empezó de la noche a la mañana sino desde el día en que mi Alfa y Luna se unieron como pareja ante la manada.

—Se refiere a la boda.

—Nuestras bodas son la ceremonia de reclamo hacia nuestra pareja. Cuando nos marcamos, sin embargo ustedes dos tuvieron una ceremonia inusual sin marcaje en sus cuellos.

—Eso fue….

—Esa noche la ceremonia terminó abruptamente cuando llegamos Hershey y yo. Mi esposa se preocupó mucho por la reacción de su mejor amiga— Me admite— Si Alfa Ery Avery no hubiera intervenido ese día. Habría sido yo quien interfiriera, probablemente.

Él sorbe de su taza. A diferencia de mí, lleva un café doblemente cargado, lo sé porque el olor es tan intenso como el que suele beber Ery.

—Luna, en esos tres meses no hubo un solo día en que mi esposa no pensara en su mejor amiga. Incluso solía comer frutos que encontraba en la isla recordando el huerto de Luna Candace “Quiero llevarle semillas” decía emocionada aunque el último día por las prisas olvidó los regalos en el hostal—Ríe leve entre sus recuerdos—Menos mal, no estaba seguro de cómo decirle que no nos permitirían llevar frutos y flores de ese lugar.

Vuelvo a tomar un trago de té. Aunque lo endulcé me parece insípido. Bajo la taza y recargo el pequeño plato en la palma de mi mano.

Es momento de tener esa conversación que he mantenido en pausa desde que desperté de la intoxicación por el llamado mata lobos.

—Gamma Jerome ¿Me odias?

 —Es imposible odiar a la Luna de la manada, soy el Gamma de mi Alfa, es mi deber protegerlos a ambos.

—No, Jerome— le digo sin agregar “Gamma” para probar mi seriedad e intención de una conversación sincera— Pregunto si me odias, como amiga de tu pareja, como lo que soy.

Jerome cierra los ojos.

—Me eras desagradable, en el pasado. Dependiente, débil, insegura en extremo. Eso es lo que pensé cuando te conocí, me eras insignificante. Una deshonra para la manada. Después el vínculo de pareja me llevó hasta ella, tú estabas ahí, no me importó porque de inmediato quedé fascinado, en realidad me atrajo desde antes. No solo por su olor y su apariencia, fue todo, comenzando por su mirada, su cariño. Incluso si es fuerte y admiro su tenacidad, en realidad detrás de esa determinación está su deseo por proteger a quien ama. Aún con el vínculo entre nosotros jamás dejó de preocuparse por ti.

Es casi lo mismo que me dijo Josh Bury.

—Al principio pensé que estaba en medio de las dos. Que yo no importaba ni nadie más en sus ojos, te odié por eso—Dice sin apartar sus ojos de los míos—Odiaba que no pudieras valerte por ti misma y la forma en que me mirabas. Incluso detrás de esa actitud frágil, sabía que me creías un intruso que te quitó lo único que tienes.

—Esa no fue mi intención---

—Pero ahora entiendo la razón. Ambas son casi como hermanas. También comprendí que mi amor por ella es más fuerte al ver lo poderosa que es su lealtad y devoción.

Jerome...

—Aunque no me agradó para nada y Storm casi quería acabar contigo cuando supimos que fuiste su primer beso.

¡COFCOFCOF!

Comienzo a toser como idiota al casi ahogarme con el trago de té. Jerome de inmediato me da golpecillos en la espalda. El movimiento tosco hace que se derrame té en el suelo. Con la voz todavía peleando en mi garganta intento explicarme.

—Ah... Sobre eso no fue...

—Lo sé. Fue una prueba o quizá la curiosidad que solo se entiende entre ustedes—Me ofrece un pañuelo—Aun así estuve celoso.

—No sentimos nada, Jerome. Puedo jurar con mi vida, prometo que no hubo nada en ese ámbito. Incluso si---

Dudo si continuar, no fue solo un beso lo que hicimos esa vez. Aunque no estoy segura de qué tanto sepa Jerome, no quiero provocar a su lobo.

—Por favor omite esos detalles. Storm es demasiado celoso y le costó mucho aceptarte hasta hace poco.

—De acuerdo. Solo te diré que lo hizo para probarme, quería demostrar que me gustan los machos. Ahora que tengo pareja más que nunca sé que ese beso fue tan fraternal como el de dos hermanas.

Jerome tose en su mano en puño y me pide que no provoque más a su lobo. Después vuelve a toser y continúa con la conversación dando vuelta de una vez por todas a "ese" asunto.

—Tal vez no lo sepas, Luna. Hershey se preocupa por ti, tanto como para temer por mucho tiempo que de llegar ese día en que tuviera que elegir entre los dos, te elegiría a ti.

—En eso te equivocas "Jerry" Si ella tuviera que elegir, daría su propia vida a cambio de los dos.

—Sí, ahora lo sé.

—Nunca tuve hermanos pero en mi corazón ella lo es.

—Storm también lo cree. Ambos pensamos que es un honor que nuestra Luna haya sido la primera de nuestra pareja—Nuevamente siento como si me echara un balde de agua helada y niego con la cabeza.

—Ah… eso es demasiado vergonzoso. Por favor no se lo digas a Ery.  Por cierto, para mí, eres como mi cuñado, puedes hablarme como siempre. No es necesaria tanta formalidad.

— Mi Alfa es mucho más celoso que Storm, jamás se lo diré—Repite perdiendo sus pensamientos en el café—Intentaré que seamos más cercanos---

En cuanto se abre la puerta ambos nos callamos y ponemos toda nuestra atención en la expresión corporal de Yeha.

—Su esposa despertó, Gamma.

—Adelante, Luna—Dice robándome la sorpresa.

— ¿No la verás primero?

Jerome niega con la cabeza con una media sonrisa.

—Estoy seguro de que mi pareja te buscará a ti.

—Perdóname, Jerry. Aunque intento ser fuerte siempre acabo por preocupar a mi mejor amiga.

—No lo intentas, lo eres. Eres mucho mejor de lo que creí. Incluso Storm te respeta y admira tu fortaleza. Ambos también somos tu Gamma, te consideramos familia.

—Si no fueras mi cuñado, creo que habrías sido un maravilloso hermano mayor.

—Adelante—recarga su mano en mi hombro y me sonríe con gran sinceridad— Es mejor que seas lo primero que vea.

—No, Jerry—Retiro su mano sosteniendo con fuerza su dorso—Tiene que vernos a los dos, como pareja debes ser el primero.

El esposo de mi amiga, Jerome a quien decidí llamar Jerry cuando no sean necesarias las formalidades lejos de los demás, pensó como yo que deberíamos entrar juntos y que ambos tenemos que ser lo primero en sus ojos.

—Jerry... Luna...

—Nuestro cachorro está bien. —Dice Jerome de inmediato—El doctor Yeha indicó que debes reposar y cuidar mejor tu alimentación así como alejarte de lo que te cause estrés.

—Vaya, díganle eso al Alfa soquete que...

— ¡Hersh/Sherry! —Decimos al unísono.

—Sé que quieres defenderme—tomo su mano— También lo mucho que te preocupas por mí, pero debes preocuparte más por tu bienestar y el de mi sobrino.

Hershey llora.

Jerome y yo no necesitamos ponernos de acuerdo, de inmediato la abramos al mismo tiempo. Hershey sin soltar la mano de su esposo recarga su cabeza en mi pecho y llora a moco tendido.

— ¡Te vi morir!—limpia sus lágrimas y solloza— ¡Dos veces!

—Sherry, debo hablar con el doctor Yeha sobre las indicaciones que deberás seguir. Luna, cuida de mi pareja.

Jerome me asiente con discreción antes de salir por la puerta, sabe que necesitamos un momento a solas. Josh también hacía algo parecido cuando viví en el departamento #66 con Sarah, nunca me había dado cuenta de lo mucho que intentaba no ser una tercera rueda entre nosotras. Por el contrario, muchas veces llegué a creer que yo era quien no encajaba y estorbaba en su relación.

Pero este no es momento para pensar en Jerome o lo que no hice, es mi deber liberar a Hershey y a Sarah de esto que las ha atado a mí desde hace tanto tiempo.

—Las dos veces no estuve para cuidarte. En ambas pesadillas sentí una rabia e impotencia que no podría acabar de describirlos, vi tus sueños destrozados y tú estado deplorable.

— ¿Quieres decir--?

—Te vi, Cady Cad, tus ojos y color de cabello eran los mismos que cuando tomamos un baño juntas.

Con razón estaba tan alterada. Aunque Jerome no me culpa ni ella tampoco, debí hablarlo con ella en lugar de huir y evadirlo.

—Desde que me volví tu aliada sueño constantemente un mundo diferente al nuestro, todos ahí tienen el mismo rostro de aquellos que conozco. El Alfa, mi pareja, mis amigos e incluso mi padre que lleva perdido más de un año... Aunque no se parecen tanto, sé en mi corazón que eres tú.

—Hersh...

—Me mentiste. Dijiste que nos hicimos amigas casi de inmediato al conocernos, tú no me agradabas al principio. Pero el momento en que lo cambiaste todo fue en la secundaria, justamente durante el primer año. Desde entonces eres parte de mí, como una hermana pequeña aunque solo nos diferenciamos por unos pocos meses.

—Para mí fuimos amigas desde---

— ¡Fue porque te engañé! ¡Cady Cad! ¡Tú siempre fuiste muy ingenua y crédula! También... Es justo por eso que juré que siempre voy a protegerte. Tú nunca supiste que fui una doble cara, o tal vez sí, eso me hizo sentir peor.

Nunca he contado esa parte de nuestra historia porque para mí Hershey fue mi primera amiga y eso jamás será una mentira. No importa el cómo comenzó.

—Contigo y con Candace fue exactamente igual—Se aparta de mi—Después de hacernos mejores amigas y casi hermanas, comencé a quererte demasiado, tanto que no estaba segura de cómo llamarle y aproveché nuestra amistad para besarte. Fue una vez e incluso lo llevamos más lejos, tú creíste en mí hasta el final. Fui despreciable.

Ella se lleva las manos a la cara y llora como nunca antes la había escuchado hacerlo. Con cuidado aparto sus manos y acaricio su mejilla sin dejar de sonreírle aunque yo también deseo mucho llorar como ella.

—Hersh, debes tranquilizarte. Por ti, por el cachorro que pronto tendrás entre tus brazos.

—Cady Cad. Quiero que sepas, porque lo vi en mis sueños y estuve conectada con mi otro yo... Nunca dejamos de quererte, no hubo un solo día en que no pensara en ti en las malditas Maldivas—cierra el puño y murmura entre sus dientes—Lo odio, lo odio tanto... Tú sufriste mucho por su causa.

— ¿Por causa de quién?

—Eso... No es importante— se enjuga sus lágrimas— No dejaré que vuelvas a llorar por su causa, nunca más permitiré que quedes en ese estado emocional.

—Hershey, no estoy segura de todo lo que viste. Pero puedo asegurarte que lo que fui en el pasado ha cambiado. Para empezar, ya superé la perdida de mi abuela y también,  gracias a tu entrenamiento, soy mucho más fuerte.

—Físicamente. Pero aquí—señala mi cabeza — y en especial "aquí" — señala a mi corazón— No lo eres.

Me quedo callada. No fue hasta que me enredé en ese sueño o pesadilla que supe lo mucho que Hershey ha sufrido por mi bienestar, sin embargo apenas hoy comprendo que mi dependencia emocional le ha hecho más daño del que creí. Debo regresar, sin importar lo que suceda tengo que liberar también a Sarah.

—No quiero verte morir... Prométeme que nunca me dejarás... No podría soportarlo.

—Hersh, te lo prometo.

—También prométeme que no volverás a guardarte lo que sientes, dime tus problemas, te escucharé siempre—Eso último lo dice como una reprimenda.

—Prometo que serás la primera. Siempre—Hershey sonríe con alivio.

—y por último. Quiero que decidas el nombre de mi cachorro. Probablemente sea un varón.

En vida siempre supe el nombre para mis futuros sobrinos... Si es niño “Joshua” por el nombre de su pareja y si es una niña “Carole”

—Si es niño... Jervis.

A Sarah le gustaban mucho las novelas británicas románticas. Por su culpa y que me hacía leer en voz alta esos libros, Anna de las Tejas verdes, Papá piernas largas, Orgullo y Prejuicio así como decenas de esas historias pasaron a ser de mi repertorio por su insistencia.

—Jervis—Repite lento como si lo saboreara en su boca— Me gusta.

Me alegra mucho que le guste.

—Pensé que dirías “Carole si es niña y Joshua si es niño”  —Me dice arqueando la ceja— No son feos pero me gusta más Jervis.

—Esos son los nombres para los hijos de Sarah. Para Hershey creo que Jade y Jervis son bonitos

—Sí, son preciosos — Sonríe y me pregunta— ¿Qué significa Jervis?

—Es el nombre de un personaje que le gustaba mucho a Sarah y creo que te gustará también a ti, aunque no sé si te guste el significado---

— ¿Cuál significado? —Pregunta Jerome desde la puerta.

—La... Lanza del sirviente.

Jerome y Hershey permanecen en silencio un momento, eso me preocupa, espero no haberles ofendido. Tal vez les haya parecido demasiado que le diga sirviente, aunque esa no es mi intención. Me gustó para ellos porque empieza con J y sigue el nombre de Jerome.

—Es perfecto— Dice finalmente Jerome—Me gusta mucho ese nombre ¿Escuchaste, Sherry? Nuestro primer hijo se llamará Jervis.

Hershey asiente y toca su vientre.

—Espero que sea un varón para ponerle ese nombre… Aunque no me molesta una hembra que se llame Jade.

El doctor Yeha nos interrumpe tosiendo y celebra también la selección de nombres. Nos pide que nos retiremos un momento para examinar a Hershey, ambos asentimos aunque yo sigo perdida en mis pensamientos. Tal vez Jerome aceptó el nombre por Hershey.

*** 

De nuevo en el silencio rompo mis dudas al preguntarle directamente.

— ¿No te ofende su significado?

Gamma Jerome detiene su andar y me mira sorprendido.

— ¿Por qué habría de ofenderme? Un sirviente con el valor de llevar una lanza es un guerrero, significa que su futuro al lado del cachorro de mi Alfa y Luna es también el de un guerrero, posiblemente un Gamma.

—Sobre eso...

—Luna. Mi Alfa es un poco extraño y últimamente tiene actos por demás... pero puedo asegurar que él no es...

— ¿Depravado? —intento complementar.

—No, si es un depravado. Y me costará mucho olvidar lo que dijo en el comedor... —Se rasca la cabeza—pero no es a eso a lo que me refiero.  En sus ojos sólo está su Luna, incluso por encima de todos nosotros, su Beta y su Gamma somos pequeños comparados con la importancia que tiene su pareja.

—Jerome. Sé que eres su Gamma, es tu deber defenderlo---

—No es como Gamma que se lo digo a mi Luna. Es como un amigo de Alfa Ery, aquel al que estimo desde cachorros.

—Ery no es alguien que se exprese fácilmente. Ni siquiera cuando estamos los tres solos y nos podemos tratar como amigos. Verlo reír y en cierto modo sus actos de pervertido son en realidad reacciones completamente nuevas para nosotros. Él nunca había reído frente a nosotros.

Me quedo en silencio, del señor Eardwulf y su cara de póker lo creo, pero Ery... Él es muy expresivo. Dice lo que quiere y como quiere por muy sucio y degenerado que suene.

—Jamás—Reitera. 

—....

—No digo que lo soporte si no le agrada, pero si lo ve como nosotros creemos... ¿puede al menos escucharlo?

— ¿Qué debo escuchar? Estuvo toda la mañana encerrado con su segunda esposa el muy...

—No fue toda la mañana—Me dice logrando que mi corazón se detenga por un momento—Fueron unos minutos,  si así lo quiere pensar, cuando menos una hora.

'¿Lo ves? Debemos escucharlo'

— ¿Ya vieron al Alfa? — Se escuchan unas voces pasar muy cerca de nosotros.

—Está tan encantado con su segunda esposa que incluso ha cocinado para ella.

DESGRACIADO.

—Menos mal que desvíe su atención para Belcher, porque cocina tan mal que me salva de morir por su horrible---

Mi voz se atora entre mis dientes, decidida a distraer mi mente con algo más, miro lo que hay afuera de la ventana. No debí hacerlo, lo que hay ahí aviva la sensación molesta en mi pecho que quema en mi garganta.

Ahí, justo frente a mí, como si hubieran puesto esa escena a propósito, Ery está alimentando por la boca a Freya. Ambos sentados en una mesa redonda blanca y sillas blancas, parecen sacadas de un cuento de hadas. La mujerzuela esa lleva un sombrero blanco y ropa que la hace ver como una princesa moderna en una fiesta de té.

— ¿Luna? Se está quemando una cortina— Dice Jerome preocupado y preguntándose cómo sucedió.

De inmediato arranco la cortina y piso el fuego con fuerza.

—La mejor- forma- de- apagar- el fuego- ¡ES GOLPEAR O PISOTEAR AL MALDITO!

¡SHAASHAASHAA!

Como estúpida no puedo evitar mirarlos de nuevo, no lo imaginé, ahí está ese desgraciado como maldito descarado. Freya toca su labio y con eso es suficiente para que Chiara pierda el control de sí misma.

Luego sucede, la maldita meretriz cierra los ojos y lo besa.

¡MÍO! Una voz en mi interior exclama mientras siento algo quemarme en mi interior, debe ser lo que llaman traición al vínculo.

Mi respiración parece un gran bufido cuando rayo la ventana con las uñas.

— ¡LUNA!

¡BAAM! ¡BAAAM!

¡Estúpido seguro que no quiere ceder! Abro la ventana con todas mis fuerzas arrancando por la bisagra uno de los lados y salto por el balcón del segundo piso. Nada más me importa, ni siquiera estoy consciente de mí alrededor, tampoco de la voz que grita detrás de mí. Todos parecen extraños.

Dentro de mí siento arder en todo mi cuerpo un fuego que quiero usar para calcinar a esa p3rr4 que se atreve a tocarlo. Un gran aullido resuena desde mis entrañas, es como el corno de una guerra.

— ¿Cady? —Su voz apenas es audible.

No respondo, ni siquiera me molesto en verlo.

Mis ojos solo tienen un enfoque y ese es la maldita tipa que está sentada ahí. De inmediato la encuentro y sin decir absolutamente nada me aviento sobre ella.

— ¡Cadenza! —Me llama intentando intervenir.

— ¡NO TE METAS MALDITO, INFIEL!

Ery nos separa, lo intenta, lo empujo con fuerza para quitarlo del camino.

¡DEJA DE ESTORBAR!

Todavía no están casados y ya están muy pegados ¿no quieres mejor que te prepare una habitación? No estoy segura de si eso último lo dije o lo pensé, continúo jalando del cabello a esa r4m3r4 que se siente la muy fina.

—Si quieres podemos compartir— Me responde sosteniendo mi mano con harta facilidad y apretando con fuerza torciendo la mía.

CÍNICA DESCARADA.

—Vaya, pensé que solo eras una niña buena. Veo que ya sabes pelear ¿Quieres poner a prueba quién manda?

—Será un honor romperte la cara— Respondo entre dientes.

— ¡Chiara ya basta! —Dice Ery pensando al igual que yo que es Chiara quien ha tomado control de mi cuerpo.

—Qué bonitos ojos amarillos—Dice tocando mi cara y arañando en mi mejilla— Me gustaría sacarlos y volver esas piedras preciosas un collar.

—Lo mismo digo de tu cabello como el oro, quisiera jalarlo pelo a pelo y volverlo un gran hilo para coserte la boca.

Eso sí lo dice Chiara. Aunque concuerdo con su idea. En especial la parte de dejarla calva.

La fuerza de Freya es superior a la mía, logra alejarme de ella y se aparta unos centímetros de mí. Ambas peleamos cuerpo a cuerpo, sus habilidades también son mayores a las mías, sin dificultad me llega a pegar más de una vez. Aun así no voy a rendirme, no hasta que bese el suelo y logre pegarle un buen puñetazo en la cara.

— ¡Cadenza! —Vuelve a llamarme, me abraza por detrás, por un momento me tranquilizo hasta que huelo a Freya en él y mi molestia se vuelve fuego, literal.

De mis manos comienza a emanar una sensación caliente, quiero quemarle el cabello a esa z0rr4.

— ¡No lo hagas, Cady!

Freya y yo nos preparamos para pegar un golpe, es el que definirá el ganador en esta confrontación.

¡SPLASH!

De inmediato siento el frío del agua que me ha salpicado encima de toda la ropa de la cabeza hasta los pies. Aún sin poder creer lo que me ha pasado, busco al inconsciente pedazo de tramposo que me interrumpió en medio de la pelea.

Ery lleva un balde entre sus manos y me mira serio.

Chiara aúlla en mi interior, yo también, siento algo romperse y tengo que contener mis ganas de llorar juntando mis dientes tragando mi rabia.

— ¿Me echaste un balde de agua?

—Tenía que detenerte---

Todo se parece ir en cámara lenta.

Freya tiene una sonrisa de oreja a oreja, la desgraciada disfruta el que Ery la haya defendido. Mis ojos arden, algo quema en mi pecho. Ery se acerca a mí y me muestra su mano.

— ¡No me toques! —Grito con todas mis fuerzas, le pego un manotazo para que se aleje, luego veo a los ojos de la suripanta que está orgullosa de ser su segundo plato— ¿Te gusta este mujeriego? ¡Te lo regalo!

— ¡Cady---!

Cubro mi cuerpo mojado, la ropa se me ha pegado al cuerpo al igual que el cabello. Ery intenta decirme algo, nuevamente me niego volver a escucharlo.

—Cuando tengas lista mi habitación prometo desalojar la tuya. Mientras tanto dormirás fuera. Ni siquiera te atrevas a entrar a la misma habitación que yo.

— ¡CADENZA!

Desde la baranda de la habitación miro al cielo pensando en mi vida y todo lo que ha pasado en estos meses desde que llegué. También en cómo parece repetirse ciertos momentos que mantuve ocultos en mi mente.

Aquellos sueños que no puedo determinar si son parte de mis recuerdos bloqueados por el sistema de transmigración o lo que mis yo pasados quisieron llevarse al anochecer al morir y renacer el nuevo día. Tal vez la mayoría solo sean eso, sueños.

Aun así siento como si todo esto lo hubiera experimentado antes. Comenzando por ese beso entre Freya y Ery.

Veo su cinta atada en mi muñeca, una promesa rota que debería arrancar y tirar lejos, intento quitármela, no es difícil destruirlo, pero mi mano no hace lo que quiero. Suelto un gran “¡UGH!” desde mis entrañas y recargo mi cuerpo en la veranda.

—Mentiroso…

Ver su cinta atada solo me frustra más, no puedo creer que yo no tenga las agallas para quitarme esa cosa.

El cielo está vacío, totalmente despejado. No hay luna ni tampoco estrellas. Es como si se hubieran puesto de acuerdo para hacer de este día el peor de todos. Estúpido vínculo.

‘Esto se solucionará rápido, claro, si fueras más honesta’

¿Qué honestidad necesito? Él es el deshonesto…

‘Esa vez tu reclamo para él fue la falta de comunicación porque no te dice cuando algo le molesta. Deberías decirle lo que sientes y dejar de guardarlo hasta que sea más de lo que puedas contener’

No habría quedado como una mala perdedora ni me habría echado agua como a un perro rabioso si te hubieras guardado tus ganas de arrancarle los pelos a Freya.

‘¿Ahora me culpas por eso? Solo hice lo que tú deseabas’

Yo no deseaba atacar a esa mujer y golpearla. Eso fue por tus celos, loba loca…

‘En eso te equivocas, Cady. El deseo asesino y las ganas de separarlos fue tuya, admito que estuve celosa pero fue tu ira la que se unió a la mía’

— ¡Eso es mentira! ¡Mientes! ¡Yo nunca sentiré celos porque no es mío para empezar!

Estúpido vínculo, maldito sistema tramposo. Desde un principio me engañó y acepté sus términos porque estaba desesperada por vivir, de haber sabido que estaría en una historia omega verse y que el protagonista sería el mismo que escribí con todo mi odio…

Maldición ¿Por qué el protagonista tenía que llevar su cara? Si tan solo fueran iguales, si en lugar de decir que le gusto simplemente me tratara como una molestia. Todo sería mucho más fácil. Si fuera un completo cretino como al inicio, si me llamara escritora mediocre de cuarta, podría simplemente ignorarlo y odiarlo.

Si tan solo sus besos no fueran como fuegos artificiales en mi estómago… Detesto su sonrisa y también sus caricias,  aborrezco su risa, también me desagrada tanto su embriagante olor.

‘Más que detestarlo, él te gusta’

¿Y qué si me gusta? Puede atraerme, incluso desearlo sexualmente porque estoy condenada por el vínculo que me obliga a verlo de esa forma. Tel vez, todo sería menos complicado si tan solo nos utilizamos el uno al otro. Liberar nuestros deseos y aprovecharnos del deseo que sentimos hasta saciarlo.

Si tan solo dejara de pretender que le gusto y que me ama como ha dicho tantas veces.

— ¿Y si solo fuera una más?

Al solo decir esas palabras y pensar en ello, algo me oprime al pecho, mis fuerzas se debilitan, me arden los ojos, no puedo entender nada de lo que me pasa.

Me irrita su cercanía, también me molesta cuando está lejos. Quiero que deje de mirarme y a la vez siento como si me atravesara el estómago un gran hoyo negro cuando ve a otra.

Nos conocimos en Abril y pronto será septiembre ¿ya han pasado tantos meses? Al principio cada día era insoportable hasta por una hora que pasara y después… dejé de contar ese tiempo. Comencé por acostumbrarme a su cercanía y después fue escalando hasta lo que somos ahora.

No somos nada y a la vez sé que tenemos una relación ambigua sin nombre.

Igual que entonces, cuando conocí más de “él” en esos seis meses que en todo el tiempo que estuvimos trabajando juntos. Incluso más que en esos encuentros incómodos en la universidad cuando era embajador de la empresa y hacía de supervisor en el programa de talentos.

—Ahora que lo pienso nunca le vi aprobar uno de esos talentos ni entregar el premio, todo eso lo hizo El señor Ermenrich.

“Él me gusta, pero alguien como yo no es adecuada”

Mi propia voz habla en mi mente como un eco distante.

—Tampoco le intereso como mujer, nunca fui de su gusto— En algún momento recargué mi barbilla sobre mis manos que se sostienen del gran barandal— No lo entiendo, a “él” no le gusto pero Ery dice desearme y no se mide en sus palabras obscenas.

‘Tuvieron algo cuando interpretaron a los protagonistas’

Fue solo una vez. Nunca más hicimos algo parecido, Chiara.

‘Pero deseabas que sucediera, además---’

¿Por qué insistes tanto en hablar de ese hombre? ¿No eres fiel a tu pareja y quieres que yo también lo sea por estar en el cuerpo de Candace?

‘Negar a “ese hombre” es lo que no te permite soltar esas ataduras. Comienza por llamarlo por su nombre y deja de evadir su existencia’

Chiara se acerca a mí, de manera espiritual porque no tiene forma sólida, me envuelve en su calor y puedo sentirla como si hablara en mi oído.

'Él tiene un nombre. Dilo’

—Señor Eardwulf.

‘Sabes que ese no es su nombre’

—Eren…

‘Otra vez’

—Eren…

‘Es un bonito nombre, se parece al de nuestra pareja’

—Eso es porque…

‘Incluso jugaste con el significado y buscaste un nombre como el suyo, como el nombre que no te atreves a decir en voz alta’

No hay palabras por decir, Chiara no miente, incluso yo sé que hice trampa…

TOCTOC TOCTOC

—Cadenza, hablemos.

Con su sola voz camino hasta la puerta como polilla al fuego, contengo mi mano en el aire sin tomar la perilla. De inmediato cierro esa distracción en mi puño y me volteo. Mi espalda sin recargarse en la puerta como si le ignorara y evitara verlo a pesar de que el seguro le impide entrar a la habitación.

—No quiero hablar ahora. — Cada palabra se atora en mi garganta antes de lograr salir.

Silencio, nuevamente no hay palabras, solo los latidos en mi pecho que no dejan de insistir al golpear con fuerza.

—No me queda mucho tiempo. Solo escúchame.

No respondo, quisiera pedirle que se vaya pero una pequeña parte de mí desea escucharlo.

—Mi amada Cadenza—Mi corazón da un vuelco y siento un cosquilleo en mis entrañas— Mañana haré algo que quizá no te guste. No podré darte explicaciones todavía, tal vez te haga enfadar mucho.

¡Entonces no lo hagas! ¡Si sabes que el resultado es algo desagradable, no lo hagas y punto! Quisiera gritarle, las palabras no salen de mi boca.

—Confía en mí, lo que hago es mi deber como Alfa. Pero tú eres lo más importante para mí.

Mentiroso…

—No importa lo que haga, ni lo que parezca... Cree en mí, Shätzchen.

—No soy---

—Un día. Solo será por un día, Cadenza.

Aunque una puerta me separa de verle a los ojos asiento levemente.

—Quiero verte…

Los latidos de mi corazón se aceleran como locos, si esto fuera la obra del corazón delator o si fuera el gato en la pared de Poe podría escucharlos. De inmediato volteo, mi mano insiste en girar la perilla. Nuevamente me detengo cuando su voz me detiene.

—Quédate así, no abras.

Dices que quieres verme, luego me dices que no ¡Decídete!

—Porque si te veo ahora no creo poder contenerme— Suspira como un gran bufido— Un día, solo será un día.

—Vete entonces— respondo entre dientes.

—Esto es más difícil para mí que para ti.

—Haz lo que quieras, ya vete.

—Incluso si te niegas después, hablemos, seriamente.

—Si es algo que harás y me molestará dudo mucho que me queden ganas de escucharte— Respondo conteniendo con todas mis fuerzas el abrir la puerta.

—Lo sé. Tal vez será complicado pero haré que me escuches.

Por un momento imagino que su mano está en el mismo lugar que la mía, nuestras palmas casi tocándose y nuestras frentes chocando entre sí.

—Si haces eso no podré contenerme.

Su voz suena seca como si se reprimiera.

—Puedo olerte, siento tu deseo, yo también quiero hacerte el amor.

Alejo mi mano de la puerta como si me hubiera dado un toque eléctrico. De inmediato la acerco a mi pecho y cubro con mi mano el dorso ¿Qué fue eso?

—Maldición, sabes cómo volverme un loco deseoso por meterse entre tus piernas. —Gruñe y golpea la puerta— Recuerda esto, Cadenza…

Lo que sale por su boca es demasiado obsceno. 

Sus palabras golpean en mi pecho y cincelan entre mis piernas hasta humedecerse. Lo dice todo como si le cobraran por cada minuto que habla pues lo hace rápido, diciendo toda la idea en el menor tiempo posible.

—Entonces te lo haré tantas veces me hayas rechazado— Finaliza como si no me hubiera dicho toda una descripción digna para ser el guion de una vulgar porno. 

¡THUD!

Después de eso escucho sus pasos y su olor se aleja. Demasiado tarde, he caído y mis piernas tiemblan.

‘Vaya, es todo un poeta ¿No lo crees? Jamás pensé que hubiera tantas palabras para decir “pene” y “coño” en una sola oración’

No escucho a Chiara, creo que incluso me he olvidado por un momento de mí o quien soy, incluso de mi enojo.

¿Cuánto tiempo pasó desde entonces? Llevo vagando en el limbo rebobinando cada palabra sucia y atrevida que soltó por su boca estupefaciente. Siento la delatora humedad en mi mano que en algún momento se ha puesto sobre mi intimidad.

—Idiota… Sucio degenerado… depravado…

Cada insulto hacia él se cubre por un gemido involuntario hasta que en lugar de maldiciones solo resuena mi voz entre suspiros y bocanadas de aire.

Sin poder llegar al clímax lo maldigo, me levanto a pesar del temblor en mis piernas y me acerco a su lugar en la cama tomo su almohada con intensión de golpearla. En su lugar el olor me provoca más mientras toco de nuevo ese lugar que el desgraciado provocó con solo hablar.

Mi cuerpo se descontrola, quizá Chiara ha tomado posesión de mí. Imagino que esa almohada es Ery y me muevo sobre ella oscilando mi cuerpo y cadera hasta encontrar la posición más placentera que se acerque un poco a saciar mi deseo.

—Alfa idiota—suelto un halo caliente por mi boca— podrías abrir la puerta y hacerme todo eso que solo ladras sin atreverte a morder.

Atrévete si puedes… Apostemos quien resiste a quién primero.

Maika Maese

Nadie le enseñó es otro capítulo que se divide en dos puntos de vista distintos alternando los actos de Cady y Ery (En Escena) En toda su vida, Cady jamás había reaccionado con violencia contra alguien, no con intenciones de ofensa y golpear a una persona con el fin de descargar su enojo salvo contra una almohada. Los celos que en vida mantuvo embotellados hasta el final, estallaron y se convirtieron en un precepto más.

| Gosto
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App