Capítulo 103.2- Ery Avery en Escena Parte 24 (2/2)

~Acto II- Nuestra~

— ¿Decir que la amas no es demasiado exagerado?

Fue lo que dije cuando casi lo arruina por cuarta vez.

—Pensé una vez como tú. —Él se reía discretamente como si hubiera recordado algo gracioso— Entonces un día no pude detenerlo, fue demasiado tarde.

— ¿Tarde por qué? —Juraba que si seguía hablando con ambigüedad le diría que se J#d4.

—Porque sin importar las veces que regrese en el tiempo ni cuántas veces se reescriba la historia, vuelvo a caer. No importa su edad o si nos conocemos después, siempre vuelve a cautivarme.

—Hablas como si supieras las respuestas de cada enigma del mundo. —Le respondí con sarcasmo.

— Te lo dije, no puedo revelarte mucho porque va en contra de las reglas, sin embargo estamos aquí para guiar a Cady quien se ha perdido en el limbo del intruso.

— ¿por qué no puedes decirme? ¿No soy digno para creerme tu competencia?

—Incluso a sabiendas de todo lo que viene después no te puedo considerar una amenaza, Ery.

— ¿Por qué no?

—Porque no hay comparación entre tú y yo— Me respondió con tal simpleza que me llenaba de rabia la seguridad con la que lo hizo.

¿Estaba diciendo eso por presumido? ¿Tanto cree que Cady lo elegirá al final que no siente ninguna clase de celos de que otro quiera tenerla?

—También sé en lo que estás pensando. Admito que alguna vez te tuve celos, has vivido con Cady lo que yo no pude experimentar jamás, sin embargo, también yo conozco un lado de ella que tú no. Así que nuestra balanza es la misma.

—Conozco todo de ella, mucho más que tú.

—Sabes que eso es mentira. Cadence Beckham, es alguien imposible de conocer completamente. Cuando crees que finalmente puedes resolver su enigma, ella te prueba que hay mucho más debajo de otro de sus velos que sacará de manera inesperada.

Es cierto, el simple hecho que sea un alma en otro cuerpo es bastante misterioso.

—Aunque crees conocerla siempre hay más por saber de ella. Nunca parece estar completa y eso solo la vuelve más fascinante— Suspira—Ese enigma es su encanto y su propia maldición, es tan reservada incluso consigo misma... Por eso guarda tan bien su propio dolor hasta que es demasiado para contenerlo.

—Entonces cuando salga de aquí haré que sea sincera y confíe en mí—Respondo un poco molesto.

—Estoy seguro que lo harás. Solo te pido que no la presiones demasiado, yo hice eso y solo logré que me tomara por un loco. Aprendí con errores que lo que más la conmueve es la sinceridad aunque debes tener cuidado en pasarte de sincero, si dices algo que no quiere escuchar…

—No puedes compararte conmigo. A diferencia de ti, quien ni siquiera la ha besado, yo la he besado muchas veces.

—Si nos besamos una vez.

Mentira.

—Fue un beso reciproco. No necesito dar los detalles para ganarte. Puedo asegurar que ese beso supera todos los que le has robado hasta ahora.

¡¿”Robado”?! ¡Ella los aceptó gustosamente!

—Sabrás lo que es el verdadero gusto y lo que es estar en las puertas del cielo cuando sea ella quien dé el beso oculto que solo ella puede dar.

—Iluso, quieres presumir con un solo beso que te has inventado. Me dijo que era virgen hasta de labios.

—Sí, eso es lo que cree porque olvidó ese día.

— ¡Ja! ¡Tan malo fue que no pudo recordarlo!

—Terrence, incluso si quieres provocarme no lo harás.

¡Deja de llamarme así!

Después suplicarás que te llame por tu nombre, su voz es muy bonita cuando dice nombres en lugar de “señor” y “alfa” daría todo lo que tengo por escucharla llamarme por el mío aunque fuera una sola vez.

Eres patético, debe ser deprimente vivir como tú, de las puras fantasías y anhelos de lo que no tienes.

—Tal vez parezcan delirios míos, aun así estoy seguro de que todos ellos se cumplirán muy pronto.

—Cady es mi esposa, nunca dejaré que vaya contigo.

—Aunque ambos queremos lo mismo, todo volverá a su curso y ella regresará, por eso solo debo esperar un poco más.

— ¿Qué te hace delirar eso? ¡Es MI esposa! ¡Ella es mía! ¡No necesita regresar contigo!

—Porque debe regresar, es su deseo.

—Entiendo, estás seguro porque la quieres reclamar como tuya ¿no es así?

—Cady no tiene sentido de pertenencia, si te escuchara decirle así, dirá que no le pertenece a nadie. Te lo dije, en este momento ambos nos encontramos en la misma balanza con el mismo peso. Ella es nuestra y a la vez es libre.

— ¿Has dicho “nuestra”?  ¡En tus sueños!

—Si así lo quieres pensar, es tuya entonces.

En ese momento no comprendí lo que quiso decir, la serenidad en su voz me comprobó que no había ninguna duda. Su único deseo era salvar la vida de Cady y poder “abrazarse” una vez más. Incluso si eso significaba que estuviera conmigo para que eso fuera posible.

"Hasta entonces, por favor cuida de ella y llena sus días con recuerdos felices" Fue lo que me pidió antes de terminar el sueño.

Cuando quise refutarle, él no dijo nada más. En su lugar apareció el rostro de Cady como nunca antes le había visto. Aunque tenía hinchadas las mejillas y se le veía un poco débil, sonreía como nunca lo había hecho frente a mí. Callé, no parecía algo que hubiera creado en su imaginación, parecía tan real que por primera vez en mi vida dudé de mi propia confianza.

---

Después de que esa pesadilla terminó mi mente era un caos con más preguntas que respuestas, había visto con mis propios ojos lo que era una obsesión enferma cuando ese hombre llamado Harvey Collins mantuvo cautiva a Cady engañándole con su propia abuela para mantenerla en trance.

Mi rival no quiso obligar a Cady, dejó que decidiera por su cuenta lo que quisiera hacer en ese mundo lleno de ilusiones falsas.

Pensé en mi propio egoísmo y juré que no le haría lo mismo que esa escoria. Por eso cuando despertamos quise guardar un poco de distancia pero ella misma se acercó a mi con una hermosa sonrisa que casi se equipara con la que me mostró Eardwulf en sus recuerdos. Hasta ahora, continúo buscando esa misma expresión en su rostro sin éxito.

— ¡Terrence Gian---! ¡Aaaah~!

Deberías saber lo bien que la estoy cuidando, mi rival.

Apuesto a que no imaginaste lo mucho que gime en mis brazos, su voz exclamando mi nombre sin mencionarte una sola vez.

Descubrí en muy poco tiempo que le gusta mucho cuando se lo doy en la posición más animal que existe y lo mucho que puedo empujar así. .

— ¡Terrence~!

Nunca me ha gustado mi nombre, comencé a darle un pequeño significado cuando lo leí en el diario de mi abuelo ¡Pero escucharlo de Cady gimiendo me provoca tanto! Pensé que “Terrence” era un nombre demasiado blando y Gian demasiado bobo, en la voz de Cady no parecen tan débiles, después de todo es el dueño de ese nombre quien la hace gritar de gusto.

¿Cómo podría ser un nombre débil con las buenas y poderosas embestidas que le estoy metiendo?

Saboreo su voz que me llama solo mí con mis labios devorando cada palabra, es la prueba de que es mía, solo mía. Le daré una recompensa, la haré sentir más mi dulzura.

Susurro en su oído que mientras estemos en la cama puede llamarme tanto como quiera incluso por ese nombre prohibido. Su interior me estruja y su humedad escurre por sus muslos.

Sus uñas clavadas en mi espalda y mi rostro reflejado en esas orbes como el oro. Su rostro que muestra entre lujuria y descubrimiento.  

Ella puede aceptar todo, incluso la rudeza de mis embestidas y que la tome como una bestia, excepto que le diga lo mucho que la amo.

La sensación es perfecta, sabía que hacerlo con ella sería asombroso pero no imaginé que fuera mucho más placentero que cualquier otra experiencia en mi vida.

Aun así, me falta algo. Cuando debo callar las palabras que quisiera gritar y que reciba de manera recíproca, queda el dulce sabor que se amarga en mi boca hasta dejarme un vació en el pecho.

Mi rival jamás logró llegar hasta este punto y aunque aseguró que si hubo un beso, estoy seguro de que no fue la gran cosa a comparación de todos los que nos hemos dado Cady y yo completamente por gusto.

Fui su primero y seguiré siendo el primero en más experiencias nuevas para ella.

Cuando Cady me dijo que debe regresar, atravesó mi pecho con un rayo gélido. Recordé las palabras de mi rival, mi mente me llevó a ese sueño de acónito recordando la certeza con la que asegura que ella volverá a su lado, aún lo detesto. Tomé a Cady en mis brazos y hundí todo aquello que me molesta de ese hombre en las profundidades de nuestra intimidad.

Sé que ella quiere irse, cuando lo dijo una segunda vez tuve que tragarme esa espina en el corazón. Me aferré a ella, le di todo cuanto pude en cada estocada mía “Elígeme” le dije una y otra vez mientras declaré mi amor en silencio.

Estar dentro de ella sobre las sábanas blancas es como si volara por el cielo y me elevara cada vez más sobre una suave nube que me llena de felicidad y éxtasis.

-¡Ya no puedo más---!

Cady me ruega que me detenga, sus piernas ya no pueden soportar más, aunque desearía quedarme así por siempre sé que debo soltarla y dejarla descansar.

‘¡Es lo que te llevo diciendo desde la tercera ronda, Ery! ¡Eres un bruto, es su primera vez!’

Eso dices, condenado lobo hipócrita, pero eres tú quien sigue enviando feromonas.

‘¡Es porque se siente demasiado bien! ¡Además de que no tienes voluntad de dejarlo y mi Chiara es una fiera en la cama!’

De acuerdo, dejemos que mi esposa descanse.

‘Antes dale una nalgada, eso le gusta a Chiara’

No más nalgadas por hoy, Shawn.

Poco a poco detengo mis movimientos, también se me han acabado las fuerzas y por primera vez siento el cansancio y el deseo de dormir. Abrazo el cuerpo de Cady quien me deja acurrucar mi cabeza en su pecho. Los latidos de su corazón son como una canción de cuna, finalmente cierro mis ojos y me hundo entre los sueños y frutos rojos.

----

Despierto con ella aun en mis brazos.  Desde el medio día hasta el amanecer y todavía en la madrugada que no he podido soltarla, continué unido a ella hasta que finalmente pude cerrar mis ojos seguro de que no se irá lejos.  

Jamás creí que Cady pudiera ser más ardiente. Su mirada fría y fiera en ámbar es candente, sin embargo tenerla en mis brazos como si pudiera derretirla y fundir su cuerpo sobre el mío supera cualquier cosa en el mundo. Mi corazón late con fuerza y todos mis sentidos se agudizan acelerados como si fuera a desbordarse todo en un cosquilleo.

Eso es lo que siento ahora que he logrado marcar mi territorio en el cuerpo de mi pareja.

Por momentos mis colmillos salieron para reclamarla sin embargo me contuve, quiero que Cady me lo pida por sí misma. Que me suplique por mi marca. Cuando lo haga por la diosa juro que la marcaré mientras me hundo en ella y me derrito en el calor de su cuerpo siendo el lobo más feliz de la tierra.

Quiero marcarla, morder su cuello y dejar claro para todos los machos a la redonda que esa hembra, esa hermosa loba es mía y solo mía.

Sin embargo no lo pidió, dejó que le hiciera cuánto deseaba excepto ese último paso.

Escucho su respiración y siento el calor de su aliento en mi pecho. Aún estoy erecto pero ella duerme tranquilamente así que suspiro y espero a que mi otro yo carnal disminuya su tamaño y forma cuando descubra que no habrá más acción por lo que resta de la madrugada.

'Perdiste la oportunidad de marcarlas, Pero te perdono porque al fin tuviste los huevos para aparearte con Cady y mi pareja está muy complacida'

Mi pobre Cadenza quedó muy agotada, no puedo presionar tanto nuestra suerte o se molestará. Me sorprende que me haya seguido el paso en la tercera ronda.

'Sigo pensando que podía recibir la marca y lo habría aceptado sin problemas hace un momento'

No, dirá que me aproveché de ella durante el acto. Hoy en día no somos tan animales, Shawn. Recuerda que aunque me casé con ella no la marqué en la ceremonia porque tenemos reglas en la manada. Hechizadas, por cierto.

Además, hablando de la manada. Aún no he podido arreglar el asunto de las dos esposas. Incluso si hicimos el amor...

Tiemblo de la emoción al decir "Amor" como el acto más hermoso que puede existir en esta vida, porque eso hice. Le hice el amor a Cadence Beckham, la mujer a la que amo.

Y aunque deseo marcarla para toda la vida aún no es el momento.

Mi abuelo, Remery Avery, a pesar de morir como un renegado dejó una ley que creó especialmente para asegurarse de que hubiera respeto a las parejas y para evitar actos poco civilizados como obligar a alguien a aparearse.

Solo puede marcarse a la pareja si hay un mutuo acuerdo y la pareja en cuestión de su consentimiento estando en plenas facultades de aceptarlo, no puede haber dudas. Queda terminantemente prohibido marcar a una loba en estando inconsciente o en un momento en que no pueda defender su honor. Mi abuelo sabía que Galia mantenía algo de ese vínculo roto y no se había decidido. Hizo demasiados actos cuestionables pero ahora entiendo su desesperación.

'Mi madre y Chiara están mirándote mientras suplican en silencio que lo hagas, no se molestará'

No lo dijo con sus propias palabras, Shawn. Sabes que hasta que ella no lo pida, ninguno de los dos debe marcarla.

'Chiara lo desea'

Tampoco quiero marcar el cuello de Candace, quiero marcar a Cadence Beckham, a ninguna otra.

'¡Incluso si te enamoraste de ella, Ery! ¡Tienes que aceptar de buena vez que---!'

Nada, no tengo que aceptarlo porque estoy seguro que me elegirá a mí.

'Aunque no la amo como mi pareja, yo también quisiera que se quedara. Pero Candace tiene que volver, ella es nuestra verdadera--'

Incluso si regresa, no la quiero. Solo Cadence puede entrar y colarse en mi corazón. La amo, no puedo imaginarme un día sin ella.

Me llamó por mi nombre, en ningún momento mencionó a mi rival. Significa que tengo esperanzas ¿no es así?

Shawn no me responde.

Cady se acurruca más a mi pecho y todas mis preocupaciones sobre el futuro se aclaran un poco.

Mi pareja respira tranquilamente. Cuando despierte no tendré las respuestas a sus preguntas no porque no las sepa ni porque no quiera responder... Es porque no puedo.

Mi Cadenza, perdona mi impotencia ante todo esto. Buscaré una solución, lo prometo. Por favor no me odies ni me apartes de tu lado.

No puedo soportar una noche más sin ti, no después de que he probado lo que es amarte.

Aun así no es suficiente porque no me correspondes igual. Para ti soy un poco más que un follamigo pero menos que una pareja para la eternidad ¿No es así?

Además tengo un rival.

—Señor Eardwulf...

Aunque esas palabras me clavan como cuchillos no dejaré que eso me haga desistir de obtener lo que deseo.

Sé perfectamente lo que representa ese hombre para ti. Ni siquiera tú sabes lo que ese tal Wolf ha hecho ni lo importante que es en tus sueños.

Aunque si me afecta y siento algo pesado en mi interior, es inevitable. Cadence Beckham, si nos quieres a los dos estoy dispuesto a compartirte, si eliges quedarte aquí conmigo estoy dispuesto a vivir para siempre con esa sombra.

"Terrence Gian Avery, un Alfa es celoso por naturaleza. Sin embargo yo no te considero mi rival ni tengo celos de ti"

¿Por qué me dijo eso ese estúpido de Eren Eardwulf?

Además de Cady es el único extraño que se ha atrevido a llamarme por ese nombre.

"Cadence volverá a mí, es inevitable. Solo debo esperar un poco más, hasta entonces cuida de ella y llena sus días con recuerdos felices"

Que tipo más extraño.

Por supuesto que la haré feliz, tanto que no querrá volver a ti. Porque ella es mi pareja y de nadie más. Yo también solo debo esperar un poco más hasta que en su corazón quede solo yo.

Incluso si has dado tu vida por ella yo también he dado la mía. Estamos en términos iguales y ella va a elegirme, un día me amará y tú no serás más que un recuerdo que poco a poco se irá borrando.

Lo siento, yo si te considero mi rival, te detesto, a la vez estoy agradecido porque gracias a ti ella está en mis brazos en este momento.

Desconozco la historia de ustedes dos, solo conozco una parte por Cady y otra por lo poco que pude ver en los actos tuyos en esas pesadillas que llaman sueños.

Pero estoy seguro de que perdiste tu oportunidad, le hiciste daño y ella solo puede recordarte con nostalgia y tristeza. Eso no es amor ¡nunca será amor! Ella aún no sabe lo que es amar ni si ya lo haya hecho. Me aprovecharé de eso, no dejaré que lo sepa. No te necesita, yo también sabré protegerla. No puedes amarla más que yo, no la necesitas ni te afectará si regresa o no. En cambio yo, estoy seguro de que no puedo imaginarme un solo día sin ella.

Tenías razón, Eardwulf. Ninguno de los besos que había tomado por la fuerza se compara a la sensación celestial de uno dado por su propia voluntad como solo ella sabe hacer.

¡Aléjate, soy un Alfa y solo yo puedo protegerla! ¡Si no le gusta que sea Alfa puedo cambiar! ¡Vete, desaparece! ¡Tú no la amas! ¡Jamás la amarás tanto como yo!

Porque eres humano, puedes seguir con tu vida y acostarte con mujeres hasta que la olvides. Tú no sentirás que se va la mitad de tu alma. 

Si tan solo me eligiera a mí...

“Ella es nuestra y a la vez es libre”

Sus palabras aun dan vueltas en mi cabeza, cierro los ojos y libero un gran suspiro.

De acuerdo, aceptaré que es “nuestra” por un tiempo. Yo también tengo confianza en que me elegirá a mí, solo debo ser paciente.

Aferrado al cuerpo de quién amo cierro los ojos prometiendo ante el Dios Schadenfreude y a todos, incluyendo ese Eardwulf, que Cady es mía para siempre.

Ella se estira y me abraza de vuelta acurrucando su cabeza con una de sus manos tocando en mi pecho. Sus manos se contraen sosteniendo con todas sus fuerzas, si ella me elige la haré muy feliz.

Una sonrisa escapa por mis labios y suelto con cuidado una pequeña risa, acaricio su frente, cuando duerme se parece mucho a la mujer en mis sueños que ve Eardwulf. Con cuidado beso su frente.

—Elígeme, Cadenza.

Si me eliges a mí te daré el mundo, si así lo deseas. Yo nunca permitiré que sientas soledad, las únicas veces que te haré llorar serán en la cama y cuando derrames lágrimas solo serán de felicidad.

Seré su sombra, llámame editor si quieres. Llena sus memorias con las mías, voy a reescribir sobre esos momentos tristes, todos y cada uno de ellos. También recrearé cada momento especial que tuvieron. Enamórate de mí también.

Elígeme. Solo seré fiel a ti y te seguiré por la eternidad. Lo prometo, te amaré hasta mi último aliento.

Diosa Luna, sé que nos has unido con algún fin y que no eres un Schadenfreude, creo en tu juicio y tus motivos hacia tus hijos que fuimos creados para ser felices ¿No es así? Te llevaste a mi madre y también a mi abuelo, permite que conserve a la única mujer que ha llorado por mí y que ha celebrado mi nacimiento.

Maika Maese

"Tuya" "Mía" y "Nuestra" Tres palabras que encajan una con la otra y a la vez sus significados son tan distintos. Un Alfa es posesivo por naturaleza, sin embargo ambos están dispuestos a esperar y dejar que ella sea libre para elegir. El joven Alfa cree que Eardwulf puede seguir adelante en su vida sin Cady desconociendo la tormenta que su "rival" está pasando mientras continúa martirizado entre los recuerdos.

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