75. Un demonio desatado
NARRADOR
Crystal fue empujada hacia atrás, cayendo al gran vacío y dejando atrás la imagen difusa de la mujer que no solo la había empujado.
Se estaba ahogando con su propia sangre, no podía respirar y pronto su cuerpo chocó con fuerza contra las aguas turbias. Fue arrastrada sin piedad; los palos caídos de la tormenta golpeaban su cuerpo, rompiendo incluso su piel.
Sus ojos se fueron cerrando, la oscuridad cubriendo su mundo hasta que simplemente quedó su cuerpo flotando hacia el vacío en una gran mancha roja.
*****
Ezra, junto con los suyos y gran parte de los guerreros de Morfeo, buscaban en todas direcciones algún rastro de ella. Sin embargo, era casi imposible cuando la tormenta había borrado su olor.
Leonor se mantenía siempre cerca de su Alfa, mirando en él preocupación y desesperación por no poder encontrarla ni sentirla.
Se supone que su marca por sí sola lo llevaría a ella, pero no había sido así. Crystal, sin saberlo, había bloqueado no solo su mente, sino parte de s