90. ¿Yo también lo seré?
NARRADOR
Aidan llegó al Reino de Morfeo una vez que supo que Crystal ya no estaba, pero lo que consiguió, lo dejó aún más perplejo.
Ezra estaba que rebosaba en furia, su bruma se había extendido mucho más allá de lo que nunca lo había hecho, en ella había un brillo extraño, diferente a lo que recuerda.
Delante de él estaban todos los que trabajaban en el castillo, desde los guardias hasta las doncellas, todos y cada uno de ellos de rodillas.
—¿Quién?
Pregunto con una voz que no dejaba lugar a discusión, una voz mezclada con sus lobos capaz de hacer erizar la piel de todos.
Aidan avanzó al frente, sabía que ninguno de los culpables estaba ahí, pero razonar con Ezra no sería fácil.
—Ninguno de ellos es— habló Aidan tomando la atención de Ezra, —todos aquí son inocentes, los que estaban involucrados en esto ya están muertos.
La tensión se hizo evidente en un segundo, Ezra no estaba para nada contento con verlo ahí, si no fuera por él y sus insistencias de que Crystal tení