25. Le importas
CRYSTAL
Jamás había sentido tanta tranquilidad desde que había llegado a estas paredes que cada día me gritan que soy su prisionera.
Una paz que camina entre una delgada línea que en cualquier momento va a romperse.
La invisible, esa era yo ahora para todos, tan invisible como siempre lo he sido desde pequeña. Solo hay una diferencia: entre tanta soledad hay una presencia que siempre se cerciora de que coma y esté bien.
Leonor ha sido la única en aceptarme, ya sea por mandato o porque quiere, la única que ve más allá de todo lo que realmente pasa.
Aparto la nieve del jardín, tomando un puñado de la tierra húmeda y a la misma vez seca. Pensé que podría hacer lo imposible; pensé que podría ver florecer las flores desde mi ventana, pero hoy me doy por vencida.
Dejo escapar un suspiro, soltando la tierra, lista para irme, y es cuando siento su presencia.
Aprieto los puños a mis costados y me giro para mirar hacia lo alto; sus ojos oscuros se encuentran con los míos, llorosos, a tra