Capítulo 7.4: De regreso en Luna Azul.
Sintiéndose motivado por la mirada decidida de su contrincante, con una sonrisa emocionada, Dante no tardó en colocarse nuevamente en su postura de ataque.
Incontables veces habían sido las que había enfrentado a Alastor, y ahora, podía darse cuenta de que, muchas, fueron las veces en las que el alfa se había contenido.
Y es que, en aquel combate, los ojos de Alastor lucían diferentes. Brillaban de emoción y, sin duda, le gritaban que no pensaba perder aquel combate, cosa que él tampoco podía permitirse.
Esa noche se convertiría en alfa, por lo que debía mostrarle a su manada y a los guerreros que lo acompañarían a la batalla, que él era digno del puesto y que podían confiar plenamente en él.
Decidido a probarse, Dante tomó la iniciativa y se lanzó directamente hacia Alastor, quien no pudo evitar sorprenderse por el cambio del joven, quien siempre solía pelear más a la defensiva.
El combate fue extenso, y si bien Dante había logrado derribar a Alastor, ninguno volvió a conseguirlo, po