Capítulo 3.4: El relato de Dasha.
―Demasiado, incluso, el pobre sudaba demasiado ―se rio Dasha ―Sin embargo, una vez que mi hermano entró a revisión, Arioch y yo fuimos a la sala de espera, donde nuestra conversación fluyó con gran naturalidad, casi como si nos conociéramos de toda la vida, honestamente, pese a los tropiezos, aquel encuentro fue perfecto ―
― ¿Cómo era él con mi padre? ―preguntó Anna
―Oh, Arioch estaba enamorado de Alastor, recuerdo que, durante su primer año, él y yo estuvimos viviendo en el palacio porque él no podía separarse del cachorro, con decirles que Arioch lo cuidada más que el propio Max ―
“Tal vez por eso papá se siente tan traicionado” ―gruñó Amara ― “Arioch lo quería tanto y él de repente cambió y se volvió todo lo opuesto…” ―
―Recuerdo perfectamente que, cada noche que el pequeño lloraba, el primero en llegar a la habitación para revisarlo, era mi Arioch… ―
― ¿Sucede algo? ―le preguntó Dona al percatarse que la voz de la mujer comenzaba a temblar
―Es solo que, en el mundo, no había