― ¡Dante! ―insistió la voz con más urgencia

“Umbrael es una criatura poderosa, por favor, no escatimes con nada, ni si quiera con las alianzas”

― ¿Alianzas? ―

“Tranquilo, ella te ayudará entender” ―sonrió el hombre al mismo tiempo que señalaba algo en la mano derecha de Dante ― “Quizás al principio sea aterrador, sin embargo, una vez que aceptes nuestro obsequio, todo será más sencillo”

―Por Selene… ¡Dante! ―

“Vuelve con los tuyos” ―pidió el hombre ― “Antes de que ella lo note y se preocupe”

― ¿Volveré a verte? ―

“Tal vez, soy parte de ti después de todo”

― ¡Dante! ―

Ante aquel llamado, el joven lobo abrió los ojos y se incorporó bruscamente.

― ¿Qué…? ¿Qué pasó? ―preguntó mirando a su alrededor

Estaba nuevamente en el bosque, lo supo al escuchar la música que seguía resonando al otro lado de la cabaña.

― ¡Eso queremos saber! ―exigió una voz a su lado

― ¿Gael? ―preguntó Dante ―Tú no… ―

―Ellos me llamaron ―lo interrumpió el joven al mismo tiempo que señalaba a las personas junto a él

―