―Es demasiado dulce, pero, sí, me gustó ―sonrió Anna antes de dar otro bocado

―En algo te equivocas Armin ―intervino Elizabeth ―Gustar es poco, la tipa estaba y está obsesionada con Dante ―

―Por favor, estás exagerando ―dijo Dante negando con la cabeza

― ¿Y tú nunca le pusiste un alto? ―le preguntó Armin a Dante

―Claro que lo hice ―respondió Dante ―Al igual que ella fue honesta con sus sentimientos, yo también fui honesto con los míos ―

― ¿Ah sí? ¿Y cuáles eran tus sentimientos? ―preguntó Armin

―De amistad ―respondió Dante ―Yo siempre fui honesto y le dije que jamás la vería como algo más, ya que yo solamente estaba interesado en mi compañera ―

―Ah, entonces, te volviste su amor imposible ―masculló Armin ―Ese que se termina volviendo obsesivo, ¿cierto? ―

―No creo que esa sea… ―

―No, no, no te pregunté a ti ―le gruñó Armin cuya mirada estaba clavada en Elizabeth

―Cien por ciento correcto ―respondió ella

―Por Selene ―masculló Dante antes de abrir la boca para que Anna le diera otro boca