Prologo: Él siempre la tuvo al alcance de su mano, pudo haberla refugiado, atesorado, darle un hogar y una nueva realidad. Ella nacida de una situación precaria, criada en las cálidas y pobres calles latinas, cuando la suerte o el destino le regaló una vida mejor, un hogar, tuvo que enfrentar la muerte y la soledad, se le arrebató todo lo que alguna vez amó. Ahora con una enorme coraza, millones en los bolsillos, sus puños y los cadáveres a sus pies ya no necesita que un hombre, un perro o un Licántropo la salve y proteja. -¡Eres mia! -reclamo él con un gruñido exigente. - ¡Que te den! - respondio ella empuñando una 9 milimetros sin un abismo de duda a disparar. <<Una historia llena de drama, odio, un amor incondicional, una primitiva atracción sensual, desarrollo y crecimiento de los personajes, impredecible e indomable >>
Leer másEn las profundidades del bosque en pleno y crudo invierno al norte de Brigus alejado de los curiosos y frágiles ojos humanos, una batalla llegaba a su fin, soldados en forma animal volvían a su imagen humana con garras y dientes manchadas de sangre seca, de Rodillas en medio del centenar de guerreros miraban con odio hacia arriba su vencedor, el Alpha Mylan de la manada SolTerra le devolvía la mirada con suma ardiente rabia, llevo su mano convertida en garras al cuello del arrodillado hombre, su Beta hizo lo mismo con el secuaz del prisionero de rodillas .
- Esta es mi tierra.- gruño apretando su agarre, la carne sonó bajo sus manos mientras se desgarraba y la garganta del prisionero era desprendida sanguinariamente del cuerpo no humano, al menos no del todo, el Alpha lanzo al suelo la parte desmembrada y sacudió su mano con asco .
- ¡Alpha! ¡Hemos encontrado una bruja! -dio aviso uno de los hombres arrastrando del cabello una joven chica no mayor a 15 años vestida como prisionera, ropas rasgadas y viejas, su cabello largo y rubio enmarañado completamente, el polvo y la tierra se apreciaba en su lechosa piel, el Lobo miro a la niña quien al levantar la vista mostro unos ojos tan blancos como la nieve que caía en aquella gélida tarde
- no es una bruja. -señalo el tosco hombre poniéndose derecho en su porte de 1, 95 mtrs delante de la asustada niña .- es una oráculo, niña cuál es tu nombre y que haces aquí?- pregunto en su gruesa voz, sonando más aterrador de lo que esperaba, la rubia tembló delante de el
– soy Mahia, Alpha Mylan ..- comenzó a hablar en voz baja y temerosa .- el Alpha Romert..-dijo mirando el cuerpo inerte y desgarrado en el suelo .- me encontró y me uso para poder llegar a usted… -explico la pequeña .
- ¿qué harás con ella? -pregunto el hombre al lado del Alpha, Oscar el Beta, su segundo al mando, el segundo más fuerte de la manada.
- Dios sabe que le hicieron... la llevaremos a casa por ahora- señalo sin más, antes de dar la orden de juntar los cuerpos enemigos y quemarlos, los guerreros de la manada fueron trasladados para darles una sepultura digna. El grupo de guerreros guiados por su líder volvieron a su forma ancestral, enormes Lobos de más de metro medio, poderosas patas y mandíbulas, en grupos corrieron algunos kilómetros en las profundidades del bosque hasta llegar a un escondido pueblo con pintorescas casas , una calle principal con tiendas, un gimnasio enorme y una plaza central, los habitantes comenzaron a salir al ver llegar a los enormes lobos con prendas de ropa para cada uno de ellos en la medida que volvían a su forma humana. En medio del grupo de habitantes reencontrándose una bella mujer con un pequeño niño de 8 años soltaba a su madre
- Padre!- grito el pequeño lanzándose a los brazos del Alpha, con una enorme sonrisa recogió a su primogénito mientras una mujer con una expresión aliviada alcanzo al pequeño junto al hombre.
- mi Luna… - saludo a la mujer besando su frente al tenerla en frente, enterró su nariz en el cuello de la mujer dejándose perder por una fracción de segundo en su dulce aroma fresco.- Leo gracias por proteger a mamá .- dijo el alpha al pequeño en sus brazos, la mujer miro a la joven que traían amarrada a cuestas, aquello le llamo la atención, pues a pesar de lo buen padre y cariño esposo que era el Alpha con ella, sabía que su esposo era un sanguinario en la batalla que no dejaba prisioneros.
- y ella? – pregunto la Mujer, el Hombre se giró e hizo una seña de que acercaran a la niña.
- es un oráculo, la tenían prisionera, no sabía qué hacer con ella. - confeso el Alpha, La Luna de la manada, esposa del alpha saco un pañuelo y lo humedeció con agua de una botella antes de acercarse a la desnutrida chica.
- ¿tu nombre? - pregunto la dulce mujer limpiando su rostro sucio suavemente.
- Mahia, Luna Ilyana ..- dijo la joven .- felicidades Luna, será una hermosa niña..- dijo mirando el abdomen de la mujer, esta se cubrió la boca mirando su propio vientre. El Alpha enmarco una ceja-
¿estas?...- pregunto a su esposa y esta sonrió.
- al parecer si ..-dijo algo divertida. El pequeño Alpha en los brazos de su padre se bajó y se acercó a la intrigante chica.
- ¿Un oráculo puede ver el futuro no? - pregunto el orgulloso niño en un tono algo burlesco.
- ¿entonces que puedes decir de mí? - pregunto nuevamente a la rubia de blanquecidos ojos, la joven miro a la Luna junto al pequeño, esta asintió.
- Anoche nació su Luna Joven Leonardo, una pequeña desamparada de tez bronceada y ojos esmeralda, su Mate, muy lejos de aquí, con un destino crudo para alguien tan pequeño ..- dijo la rubia mirando fijamente al pequeño.
- ¡¿Dónde?! .- Exigió el pequeño, aun en su corta edad debido a su cultura tenía claro el significado de su Mate, su pareja y aun en su inocencia su fuerza nata de Alpha le exigía proteger a su futura Luna .
- Donde la nieve nunca se ha visto joven Alpha, donde la arena es tan blanca como mis ojos, las aguas tibias y cristalinas y el calor del sol es tan ardiente como la nieve cruel con esta zona..- dijo la chica, cerrando sus ojos con una expresión de dolor.
- es suficiente Leo.- ordeno la Luna y miro a su esposo .- nos haremos cargo de ella, en casa, con un segundo bebe necesitare la ayuda de una niñera y alguien que pueda ver lo desastrosos que pueden ser tus hijos seria de mucha ayuda.- señalo la dulce mujer, EL Alpha hizo una mueca no tan convencido pero asintió, Ilyana se giró hacia la joven .- necesito ayuda en casa, ¿quieres quedarte bajo mi tutela y protección?, de otra forma te puedes marchar, la manada SolTerra no toma prisioneros y no creo que seas una amenaza para nosotros.-dijo la Luna de la manada. La joven rubia abrió sus ojos cristalizados por las lagrimas que amenazaban con salir.
- me quiero quedar. Luna… si me lo permite pagaré en vida esta oportunidad que me han dado ..- dijo la joven. La mujer sonrió.
- bien... vamos a casa… - dijo y tomo la mano de la joven para quitar las amarras y llevarla hasta su nuevo hogar.
Una semana desde la partida de Sophie y Lucas no se veía tan mal como Emma y Leo esperaban, al parecer la castaña le llamaba diariamente y contestaba de alguna forma a sus empalagosas mensajes, Emma no se podria imaginar a Sophie contestando mensajes de amor, pero si Lucas era feliz de cierta forma ella se sentía tranquila. “Es el vínculo de la manada” Le habia dicho Leo, ahora que era luna la preocupación por cada miembro de la manada era tan real como desgarradora, en el poco tiempo que llevaba casi se había aprendido el nombre de cada lobo, loba, cachorros, humanos, brujas que vivían en los territorios de SolTerra y más rápido que tarde se había acostumbrado a la presencia entrometida de la manada, y para su propia sorpresa se había sentido completamente cómoda con ellos, incluso cuando el lunes por la mañana una banda de cachorros se metió a su habitación y cama cuando Leo y ella aun no se levantaban, al parecer los cachorros estaban aprendiendo a cazar. Luego de haber podido
Pasaron los días y de forma degenerativa el control de Sophie comenzaba a irse directo al carajo, Lucas la seguía de arriba a abajo por la casa, para variar Leo lo había librado al parecer de sus responsabilidades y Roy lo estaba supliendo en la frontera, por ello, el jodido lobo andaba de arriba abajo siendo su sombra, mientras trabajaba varias veces tomaba su forma de lobo y apoyaba su cabeza sobre sus piernas mientras ella hacía todo lo posible por ignorarlo sentada en el comedor mientras trabajaba frente a la pantalla, dirigía reuniones y hablaba de negocios. -Me caes mejor siendo lobo.- le dijo un día, la bestia sólo refregó su cabeza en su mano cuando esta se rindió al impulso de acariciar detrás de las orejas, “Está domesticado…” -Había dicho Kylla una tarde mientras pasaba por la casa para tener una reunión con Emma ahora que dirigía a las centinelas. Los adorables cachorros dando vueltas en forma de pequeños lobos no ayudaban mucho, aquella vida de la manada que luego de la
Leonardo siguió el rastro de su general por el bosque en forma del enorme lobo negro que tenia, Lucas era su general por una razón, no solo era el más fuerte fisica y mentalmente despues de él y Roy, ademas de ello, era el mejor escondiendo su rastro y buscando el de otros. una capacidad indispensable para su cargo como general, esto debido a que Lucas era el encargado de mantener todo intruso que no perteneciera a la manada, fuera del territorio de SolTerra, pero Leo era un alpha y como alpha conocía el aroma de cada uno de los miembros de su clan, desde los más ancianos hasta los pequeños cachorros nacidos en la manada, era normal que los cachorros se colaran en la casa de la manada o en los jardines de la misma, Leo conocía cada problema, cada meta, cada pareja y conflicto que pudieran tener todos ellos, eran su gente y él era el encargado de protegerlos, incluso de ellos mismos de ser necesario. Encontró a Lucas tres minutos más tarde, el enorme lobo blanco casi del mismo tamaño
Sophie despertó primero antes de abrir los ojos, su nuca tenía un dolor ardiente y algo más, si se concentraba podía sentir una especie de cuerda que la tiraba, la hacía conectar con algo… alguien, se dió cuenta ella, una ola de emociones venían desde ese nuevo núcleo conectado a ella…. NO… Ella no había decidido eso, no había forma que la obligasen y a pesar del exquisito calor que irradiaba, una fuerte de seguridad y fuerza que no creía posible… a base de pura voluntad y … miedo, aún que no fuese capaz de admitirlo, puso un par de puertas psíquicas en su lado de la conexión, y cuando se sintió sola y el vacío otra vez, abrió los ojos, por la puerta de la habitación entraba Lucas, gruñendo cual animal, a torso desnudo y solo con un par de jeans rasgados y viejos, colgado pecaminosamente bajos por los oblicuos marcados del hombre, en los ojos la bestia mirándola con irá, en la mano llevaba una espátula. En cualquier otra situación la imagen del hombre habría despertado algo nuevo en e
Él chocó su nariz suavemente con la de ella, una tentativa, ella no retrocedió, a su vez cerró sus ojos, y él entendió, había ganado, este era su premio, sin esperar más, reclamó sus labios, el choque de la sensación exigente y posesiva hizo que la castaña soltara un suave gemido contra su boca, sus uñas se enterraron suavemente en la piel blanquecina del lobo, un gruñido gustoso retumbó en su torso, aquel sonido no deberia poder salir de un humano, mucho menos enviar un latigazo directamente a su sexo, Sophie sintió el impulso de cerrar los muslos, solo su increible y competente entrenamiento se lo impidió, sus uñas se deslizaron desde sus hombros rasguñando la piel, pasando por su nuca y perdiendose en su cuero cabelludo donde jalo de las blanquesidas hebras en una demanda exigente mientras se apegaba más al depredador sintiendo todas sus defenzas temblar ante la exquisitez de su lengua contra la propia, el lobo por su lado no esperaba aquella caria exigente y abrio sus ojos solta
Lucas vio salir corriendo a su bella Mate, aquella mujer despiadada y dominante que lo estaba volviendo loco, soñaba con ella todas las malditas noches, despertaba con la polla dura como piedra y durante todo el jodido día buscaba su aroma de forma casi inconsciente, más de alguna patrulla se había desviado siguiendo su aroma por las mañanas. Cítrico, suave, casi imperceptible, fascinante, aquel era el adjetivo que describía a la mujer que había salido corriendo de su cabaña Fascinante, a pesar de su imagen dura e imperturbable él podía reconocer su fuego y su pasión, aquella mujer ardía en la provocación y Él deseaba fundirse en el calor de sus brazos. Su lobo ya casi al borde de la desesperación le exigía al hombre que reclamará aquel fuego como suyo, había escuchado más de algún compañero de manada hablando de su fascinante mujer luego de que una tarde le enseñara a disparar a algunas lobas Centinelas, aquello habría atraído a más de algún dominante de la manada, tuvo que asegurar
Último capítulo