Capítulo 2.7: La historia del rey.
Ante el rostro afligido de Máximus, Anna suspiró y se apresuró a sentarse en una de las sillas frente al escritorio.
―Tranquilo, tómalo con calma abuelo ―dijo la joven con amabilidad ― ¿Qué tal si mejor nos cuentas qué fue lo que pasó entre Arioch y tú? Me preocupa eso que dijiste sobre dejarlo morir… Acaso… ¿Sabes por qué te mintió? ―
―El por qué me mintió, no lo sé pequeña, es algo que no logro entender ―dijo Máximus con evidente tristeza ―De jóvenes, Arioch y yo éramos muy unidos, íbamos a todos lados juntos, e incluso, al ser el mayor, mi padre pensó en nombrarlo rey heredero a él, sin embargo, conforme fuimos creciendo, Arioch fue cambiando de actitud, y mi padre, el antiguo rey, Arsen, cambió de opinión y finalmente me nombró a mí como su heredero… ―
― ¿A qué te refieres con que cambió? ―preguntó Anna
―Arioch siempre fue un niño amable, era responsable y sumamente dedicado, desde muy joven, mostraba preocupación por todos los isleños, por lo que siempre fue muy querido por todos