Capítulo 12.5: El trabajo de una princesa.
―Emmet ¿Puedes abrir la celda? ―le preguntó Alastor a su hechicero
―Estoy en ello, alfa ―respondió Emmet, quien, junto a Gerard, observaba atentamente los símbolos grabados en los barrotes
― ¿Eres un híbrido? ―le preguntó Anna al joven, el cual, asintió con respeto
―Así es, princesa ―respondió débilmente ―Sin embargo, mi sangre lobuna es más fuerte, mi sangre de hechicero sólo me hizo más resistente, es decir, que mi sangre me volvió el sujeto de pruebas perfecto para esa mujer ―
―Esa condenada bruja… ―gruñó Gael con desprecio
―La jovencita junto a ti, ¿también es híbrida? ―preguntó Alastor
―Sí ―respondieron Anna y Nael al mismo tiempo, lo que captó la atención de todos, incluso, la de Nael
― ¿Cómo…? ―
― ¿Cuántos años tiene? ―preguntó Anna prestando suma atención a la joven
Era delgada, de piel pálida, casi grisácea debido a la falta de sol. Su cabello, largo casi hasta la cintura, era negro como la tinta. Sus ojos, oscuros, pero de un suave color violeta.
―Tiene quince años ―respondi