Notando la complicidad entre ambos, Gael frunció el ceño.

Sin duda alguna aquel par había visto algo más en aquel fallido intento por desbloquear los recuerdos de Dante, sin embargo, al ser un tema tan delicado, él mismo se juró ser respetuoso y no insistir.

Al menos por un tiempo.

― ¿Qué podría tener de especial esa criatura? ―preguntó Lysander ―Quiero decir, ¿qué podría ser más fascinante que el mismísimo Lobo Milenario? ―

Si bien Lysander no había dicho nombres ni señalado a nadie específico, la mirada asesina que recibió por parte de todos provocó que el joven beta se aclarara la garganta y retrocediera un par de pasos.

―Una criatura que no puede ser vencida… Una que fue sellada por un antiguo rey ―susurró Nael, cuya mirada seguía atentamente los movimientos de Anna, quien había comenzado a revisar el cuerpo de Lira con el permiso de la joven

― ¿Qué quieres decir? ―preguntó Dante, cuyo corazón pareció congelarse por un instante al recordar los ojos del licántropo en su visión

―Bue