—Deberían empezar a considerar usar el cerebro de vez en cuando, maten…
Las palabras apenas habían salido de mi boca cuando un portal se abrió detrás de mí. No tuve tiempo de reaccionar. Unas manos fuertes cubrieron mi boca, sofocando mis palabras, aquella se tenía de muerte, y me arrastraron sin esfuerzo al interior del vórtice resplandeciente.
Escuché un gruñido y vi a Connor lanzarse sobre Dai, empujándolo mientras él también cruzaba el portal. Dai intentó seguirnos, pero la brecha se cerró antes de que pudiera alcanzarnos.
Todo se volvió un torbellino de sensaciones.
Un escalofrío recorrió mi espalda cuando sentí un aliento cálido en mi oído.
—No te dejes dominar por el odio, linda —murmuró Garret con voz firme pero suave.
Forcejeé, intentando liberarme de su agarre, pero él no me soltó. Gruñí sobre la palma de su mano, frustrada al darme cuenta de que no podía usar mis poderes.
—No lo hagas, no cedas... —continuó, su tono impregnado de urgencia—. Eres más fuerte que esas em