50. COMIENZA LA VENGANZA. ALESSIO BUSCA A HELENA.
Alexander estaba cansado por el pesado día que había vivido. Los problemas con su padre habían aumentado, el grupo estaba teniendo un aumento lineal, su vida con Verónica estaba bien, pero el cansancio, el cansancio lo sentía en los hombros.
— Luces apenas presentable —saludó Marino Halls— Tú padre debería sentir vergüenza por ello.
— No compares, tus negocios apenas son una octava parte de mi imperio —respondió Alexander con desdén— Y si estás aquí, es porque necesitas mi muy importante ayuda, Marino.
La mayoría de los ricos de la ciudad que no apoyaban al grupo Dixon, es porque no conformaban parte de ellos.
— Para ser alguien que vive con un asesino, dices mucho.
Alexander le sostuvo la mirada. No sabía a que debía la visita de aquel hombre, pero llamar asesino a su esposa, era algo que no dejaría pasar.
— ¿Qué asesino? un médico no puede salvar todas las vidas que llegan, es como los negocios.
— Tú esposa tiene una demanda. ¿No?
— Los hombres como tú no progre