El regreso a casa fue en silencio. Verónica pudo notar la molestia de Alexander cuando le dijo que era hora de irse. También intuía que no había salido las cosas bien, cuando Alessio llegó por Helena.

Parecía tan furioso que le dió miedo ponerse frente a él. Había jalado a Helena con tanta fuerza, que seguramente saldría un moretón dentro de unas horas. Alessio se fue insultando a los empleados de la familia y azotando puertas, sus pasos eran dudosos pero fuertes. Helena se había mantenido callada y con pena, lo que había hecho enojar a Verónica.

Tenía muchas ganas de preguntar que habia pasado, pero no sabía si Alexander podría o no responderle.

— Alejandro quiere que controle los rumores sobre mí, amenazando mi puesto en el grupo —Alexamder rompió el silencio.

— ¿Eso fue lo puso tan furioso a Alessio?

Alexander resopló y luego sonrió— No, el se enojó porque es alguien que no tiene importancia. No como la tengo yo.

— Entiendo. ¿Qué opciones te dieron?

— No import