Capítulo 9
Negué con la cabeza.

Quizá por la destrucción de mi cuerpo, mi alma también comenzó a desvanecerse.

Carlos intentó agarrar mi mano, pero una y otra vez la esquivaba. Ya no podía sostenerme.

Como rey alpha, antes él siempre afrontaba todo con calma.

Pero ahora, con solo no poder tomar mi mano, Carlos ya lloraba desconsolado.

—Marina, por favor, dame otra oportunidad.

—He cometido tantos errores, pero usaré el resto de mi vida para redimirme contigo. ¿Puedes quedarte y verme?

—Hasta ahora entiendo que la persona a la que siempre he amado eres tú. No te vayas, no me dejes…

No dije nada, cerré suavemente los ojos.

Mi alma se disipó ante los ojos de Carlos.

Desde ese momento, en el mundo ya no existirá una sirena llamada Marina.

Carlos permaneció una semana en el laboratorio, sin comer ni beber, sin responder a nadie.

Cuando volvió a aparecer, ya no tenía la presencia imponente de un rey.

Con el rostro demacrado y pasos tambaleantes, un sirviente le sostenía del brazo.

—Debo redimirme…

El
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App