Capítulo 5
En el instante siguiente, Carlos cayó de rodillas, temblando, y me estrechó entre sus brazos.

El rey alfa, quien jamás se había arrodillado ante nadie, ahora no parecía importarle nada. Solo tenía ojos para mí, que poco a poco me desvanecía en espuma.

Sus brazos se cerraron con fuerza, como si pudiera evitar lo inevitable.

—Marina... tú solo estás fingiendo estar débil, ¿sí? No pasa nada, ¿verdad? —su voz se quebraba con cada palabra.

No quise responderle, ni pude hacerlo. Mis labios ya habían desaparecido. Después fue el hombro. Muy pronto, ya no habría nada que pudiera abrazar.

Carlos negó con la cabeza, desesperado.

—¡No te mueras, Marina! ¡No te doy permiso para morir!

—Todavía no te he visto con el vestido de novia… Aún no he anunciado al mundo que eres mi luna… Ni siquiera hemos dicho te amo de verdad, los dos…

—¡Habla, por favor! ¡Dime la verdad, dime lo que sea, te lo voy a creer todo! ¡Te lo suplico, no mueras!

Las lágrimas corrían por su rostro. Volvió su mirada hacia su padr
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP