41. Azalea
"Uf..." Laura se movió, recuperando finalmente el conocimiento después de una noche larga de debilidad. Intentó abrir los ojos, aunque su cabeza aún le dolía un poco.
Giró la cabeza hacia la derecha y vio a Dalton dormido con la cabeza agachada, su mano sosteniendo suya con suavidad.
"Dalton", llamó Laura con la voz ronca. Su garganta se sentía terriblemente seca.
El médico la había examinado la noche anterior. Afortunadamente, el bebé estaba ileso y no hubo efectos graves por la droga que Angie le había dado. Pero se esperaba que Laura se sintiera débil durante un tiempo.
"Cariño", llamó de nuevo, pasando esta vez sus dedos con suavidad por el cabello de Dalton.
"Uf... ca–riño! ¿Estás despierta? ¡Gracias a Dios! ¿Cómo te sientes? ¿Tienes dolor? ¿Dónde te duele? ¡Por favor, dime!"
Escuchar a Dalton abrumarla con tantas preguntas hizo que Laura sonriera débilmente.
"Gracias, amor. Una vez más, me salvaste", susurró.
Dalton le besó la frente durante un largo momento. Laura sintió lágrim