97. El Tranquilo Camino a Casa
La brisa de la tarde se colaba suavemente en la casa de la familia Dalton, trayendo el aroma de las flores del jardín trasero. La casa ya no estaba llena de la tensión de hace unos meses. No había llamadas telefónicas de pánico desde la oficina, ni amenazas invisibles que acechaban cada paso. Solo había tranquilidad, una clase de tranquilidad que antes era casi imposible de imaginar para Dalton y Laura.
En la sala de estar, Zoe correteaba persiguiendo un globo de color pastel que seguía flotando bajo. Su risita llenaba la habitación, haciendo sonreír a Laura mientras doblaba la ropa en el sofá.
Dalton apareció desde la cocina, trayendo dos tazas de té. “Zoe está cada vez más activa últimamente”, dijo, dejando el té para Laura.
Laura rió suavemente. “Es tu hija, por supuesto que tiene la energía de una tormenta”.
Dalton se sentó junto a su esposa. Había algo más en su rostro: una serenidad que no había existido en años. “Todavía no puedo creer que todo esto finalmente haya termi