Esa noche, Dafe acababa de terminar su trabajo. Se desplomó en el sofá, intentando aliviar su agotamiento.

Tenía pensado volver a casa al día siguiente, ya que su trabajo en la ciudad finalmente había terminado.

Al oír el timbre de su teléfono, Dafe lo revisó de inmediato.

Sus ojos se abrieron de par en par por el susto al abrir las fotos que le envió Angie —especialmente la que mostraba a Laura siendo besada por Antonio.

Poco después, apareció otro mensaje debajo de las fotos:

[¡Exigiré que te hagas cargo, Dafe! Si te niegas, revelaré un escándalo de la familia Simon que sacudirá todo. Y no solo eso: ¡destruiré a Laura con estas fotos!]

“¡Maldita sea! ¿Esa mujer se atreve a amenazarme?”, rugió Dafe, lanzando un jarrón de flores de la mesilla lateral.

“¡Bueno, entonces… parece que quiere jugar conmigo!”

Dafe llamó a Angie de inmediato.

“Nos reunimos ahora. Te recojo en tu casa”, dijo con frialdad antes de cortar la llamada bruscamente sin esperar su respuesta.

Cogió las llaves del coc