- Hola, Lil. ¡Hola!

- Ya, ya... ¿Estás ahí?

- Sí, sí. Quedamos en el centro comercial en una hora. ¡Necesito comprar un vestido!

- Vale, ¡en una hora allí!

Una hora más tarde, tal y como habíamos quedado, nos encontramos con Lilka en el centro comercial. Primero entramos en una cafetería a tomar un café y ponernos al día de las dos semanas que llevábamos sin vernos.

—¡Cuéntame! —empezó Lilka—. ¿Estaba enfadado Tumansky? ¿Te pegó?

—¡No! 

¡Qué dices! ¡Yegor no es así! ¡Pero el sexo fue apasionado! —sonreí

— ¿Y?

—Eh... bueno, ahora vivo con él. Y, sinceramente, ¡no me disgusta! Lil, ¡Yegor es tan bueno! Tan atento, cortés, apasionado, autoritario, cariñoso... guapo y sexy