Gabriel y los demás llegaron rápidamente, en menos de media hora, varios hermanos trajeron a Ánsar a la mansión de Adrián.
Juliana, al enterarse de que Ánsar vendría, no pudo resistirse a charlar con Luna de nuevo. Dejó su teléfono a un lado apresuradamente y fue a recibir a su pequeño querido.
Ánsa