Juliana apartó la mirada rápidamente.
Al pensar en lo mucho que había estado mirando a Adrián hace un momento, se sintió un poco avergonzada.
Sonrió cortésmente y acarició a Ánsar en su regazo.
—No pesa mucho, puedo aguantar—dijo con una sonrisa.
Ánsar, al percibir el movimiento, instintivamente apr