Camilo se fue con las manos detrás de la espalda y la sala quedó en silencio.
Un rato después, se escuchó el sonido de la puerta cerrándose y sonó nuevamente la voz de Laura.
—Mamá, ¿enojo a papá?
De hecho, Renata estaba tan cansada que ya no quería hablar.
Antes de venir a Marea, ella habló mucho c