Decido que, si vamos a jugar una nueva partida con un nuevo jugador, y viendo la sonrisa de Mario era de suponer que sería de ese modo, esta vez era yo quien lanzaría el primer movimiento.
- Fernanda él es Mario, mi primo. – Lo presento, aunque sin una nota de gracia en mi voz.
-Es un gusto conocerte. – Mario le extiende la mano, y Fernanda, desconociendo la brecha de odio que hay entre nosotros, la toma. - Y perdón por no asistir a la boda, les enviare un obsequio. – Termina de decir con una encantadora actuación de buen chico, pero yo lo conocía, y no me tragaba ninguna de sus palabras.
-No es necesario, hemos recibido ya muchos regalos. – Y cuando Fernanda habla noto un leve nerviosismo en su voz, cojo su mano para calmarla, pero esta esta fría, le roso la palma con optimismo de calentarla y disipar cualquier tensión que se respira.
- ¿Desde c