Valeria y Gabriel llegaron al evento del brazo, una pareja de una elegancia impactante que atrajo miradas al instante. Él, con su estilo bohemio pero refinado; ella, con un vestido que combinaba profesionalismo y una belleza serena que hacía brillar su mirada. Tomaron champán, saludaron a conocidos, y Valeria intentó concentrarse en las conversaciones, pero una inquietud crecía en su interior.
El orador principal subió al atrio. Agradeció a los invitados, habló del éxito de OrbisNex y de su impacto en la industria. Luego, con una sonrisa amplia, anunció: "Y ahora, el visionario detrás de todo esto, el joven CEO de OrbisNex, ¡el señor Elías Alvareda!"
El nombre resonó en el salón como un trueno en un día despejado.
Alvareda.
No Montenegro. Alvareda.
La copa de champán se estrelló contra el suelo de mármol. El sonido del cristal haciéndose añicos fue el eco perfecto del corazón de Valeria rompiéndose en mil pedazos. Elías Alvareda. El nombre resonó en la sala como una sentencia.
Allí es