Capítulo 29: Tres años después.
—Por favor Ángela ven aquí. Paolo no corras—llamo a mis hijos.
—Ya Jennifer puedes irte a casa—le dijo a la niñera.
—Muy bien señora Diane, nos vemos mañana.
—Adiós—me despido de ella.
Me he quedado sola con mis hijos, tuve unos gemelos maravillosos y muy traviesos. Todo está perfectamente ordenado por la muchacha quien es muy eficiente y cuida muy bien de mis hijos mientras estudio. Llega Amy de trabajar muy cansada:
—Hola mi niña, fue día largo en el mercado—Amy ahora tiene nuevo empleo trabajo, atiende su propia tienda de flores. Es una excelente florista.
Yo por mi parte estudio y percibo una buena manutención por parte de Robert para los gastos de mis hijos, quien todavía se niega a darme el divorcio. Pero al menos me dejo ir con mis hijos, después que lo confronté no tuvo otra alternativa que dejarme en paz y disfrutar de la compañía de mis gemelos lejos de su presencia y de aquella nefasta hacienda que solo me trajo sufrimientos. Por lo pronto los dramas han cesado en mi vida.