Primera cita. 3
Al llegar a la terraza, Edneris no pudo evitar abrir los ojos con asombro, la vista era sencillamente espectacular: desde lo alto se podía ver gran parte de la ciudad iluminada, mientras que la terraza en sí era un rincón romántico y cuidadosamente decorado. Al igual que el salón principal, estaba iluminada con pequeños foquitos navideños de color blanco que colgaban entre las plantas, creando un ambiente íntimo y cálido, las mesas, además, contaban con velas LED que imitaban la llama real, aportando un brillo suave que no dañaba la atmósfera romántica.
— Esta es su mesa... — anunció la recepcionista, señalando con una sonrisa el espacio reservado para ellos — La decoramos tal como nos lo pidió ¿Le gusta? — preguntó, un tanto nerviosa, esperando su aprobación.
— Todo está muy bien, muchas gracias. — respondió Owen, cortés, antes de adelantarse para tomar el respaldo de la silla y ayudar a Edneris a sentarse.
— Está precioso. — murmuró ella, admirada con cada detalle.
El mantel blanco