Me vuelvo a sentir como en casa. La aparición de Victoria renueva mis esperanzas de vida y los viejos recuerdos de aquella chica ingenua y confiada cuyo único sueño era ser feliz y amada. Quizás ya no tenga la oportunidad de hacer realidad mis deseos, pero he vuelto a recuperar a una de las personas más importantes de mi vida y eso es más que suficiente. Después de berrear como chiquillas y prometer que nunca más volveremos a separarnos, Victoria rompe el abrazo.
―Cuando Robert me dijo que estabas viva, casi muero de la impresión ―me cuenta Vicky, con una sonrisa en su boca―. En ese momento pensé que se trataba de un chiste de mal gusto y estuve a punto de asesinarlo ―su voz se torna temblorosa―. Pero en el momento en que me di cuenta de que hablaba en serio, grité, lloré y salté como una desatada, porque por primera vez, después de tanto tiempo, mi felicidad estaba completa.
Esta vez soy yo la que toma sus manos entre las mías.
―Lamento que me haya tomado tanto tiempo en volver ―vuelv