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Una propuesta aceptada

-Enzo Di Rossi - 

Suena mi teléfono y no había notado que también me había quedado dormido con la mini fatina en mis brazos. Me acomodo, un poco y saco el aparato de mi bolsillo, no quiero que se despierten, veo a Val que está en su quinto sueño y mi mini fatina está por las mismas. Contesto bajo a mi asistente, m****a ¿qué habrá pasado ahora?

-Di Rossi. 

-Jefe, soy yo. 

-Ya lo sé idiota ¿Qué pasa Leo? 

-llegó un correo de la señorita ASS. 

-¿CANCELÓ? -m****a, me salió la voz más fuerte de lo esperado, pero ambas mujeres no se dan ni por aludidas, Val se acomoda en mi hombro y la mini fatina se chupa el dedo. ¿Será que Alma canceló porque supo del compromiso?

-No, no, es por otro motivo jefecito. -me volvió el alma al cuerpo, pero ¿cuál era el motivo entonces?

-Explícate. 

-Está preguntando si puede llevar un acompañante. 

-¿Acompañante? 

-Exacto, jefecito. Acompañante.

-Mándame el correo para responderle. 

-Sí, Jefecito. De inmediato - en unos segundos me llega el correo de mi fatina. 

Estimado señor Di Rossi ¿quería preguntarle si puedo llevar un acompañante a la gala del sábado? 

Quedo atenta a sus comentarios. 

¿Qué quiere decir con acompañante? Si tuviera novio lo sabría y los comentarios de la farándula sólo han hablado de su "supuesto romance" con su compañero de trabajo y sé que no es así, ¿no querrá ir con ese imbécil? No, no, eso no puede ser, será mejor que le pregunte, no me puedo quedar con la duda. Escribo, como puedo, con una mano mi respuesta... 

Estimada ASS. 

¿Acompañante? 

La incertidumbre me carcome, pero mi fatina me responde casi de inmediato. 

Estimado señor Di Rossi 

Sí, acompañante. 

¿Y eso es todo? Ash, Alma ¿puedes ser más clara? Es demasiada la ansiedad... No aguanto y vuelvo a escribir. 

Estimada ASS. 

¿Dama o caballero? Si desea me puede escribir a mi número personal, el cual envío al pie de este mensaje. 

¿Debí darle mi número? ¿Me escribirá? y sí me llama ¿qué le digo?

Dios, no debí hacerlo... 

Y suena el bendito teléfono con un mensaje de W******p (inserten emoticón de carita pegándose en la cabeza)

-Hola, soy Alma, perdón ASS. 

-Buena tarde, Alma. -¿Qué más le iba a decir? Muero de los nervios... 

-Buena tarde señor Di Rossi. Perdón por molestarle. - comienzo a escribir como poseso, aunque con una sola mano es un poco incómodo. 

-Nunca será una molestia.- ¿seré muy formal para escribirle? Y ella vuelve a responderme, aunque ahora se demoró en llegar la respuesta... 

-Gracias. Bueno, como le decía en mi correo me gustaría saber si puedo llevar a un acompañante a la gala. 

-Y yo le pregunté si dama o varón.- me estás matando de la ansiedad fatina, dime ¿quién es? Vuelve a responder y mi cuerpo recupera el alma con lo que dice... 

-Será una dama, se trata de mi asistente. 

-¡Qué bien! No hay ningún problema, envíeme los datos de su acompañante al mismo correo y yo haré que su deseo se haga realidad.- Soné como el genio de la lámpara, ¡dios! Qué difícil es hablar por mensaje.

-Wow gracias, señor Di Rossi.- me saca una sonrisa su sinceridad, es tan tierna... 

- Enzo, sólo Enzo. 

-Un gusto Enzo. 

- Lo mismo digo. 

-Y gracias. Luego le envío la información a su correo.-vuelvo a escribir rápido, ya se me acostumbró la mano. 

-Por nada, es lo mínimo que debo hacer por mi futura acompañante a la gala- ¡No! ¿que m****a hice? eso no se dice por mensaje, creo que la embarré ¿Cómo se me ocurrió invitarla así? ¿Sería muy imprudente? Y no dice nada, ¿será que no le gustó que la invitara? Voy a preguntar... -¿sigue ahí, Alma?

Recontra m****a. Ahora suena mi teléfono y contesto de inmediato, no vaya a ser que la mini fatina termine despertando.

-No pensé que me llamarías.- «Tonto, no podias decir algo más coherente» , me quedé sin palabras... 

-Bueno no lo pensaba hacer, pero sí, es necesario. ¿Es cierto lo que me pediste? 

-Absolutamente.- «podrías ser más hablador Valente» ¿No? Ya cállate que quiero escucharla...

-¿Y eso? - pregunta curiosa. Y hasta yo me lo estoy preguntando. 

-Digamos que estoy apostando y me gusta ganar.- Pazzo ( inserten emoticón de tonto). 

-Que Tahúr, Enzo, pero a mí también me gusta jugar, así que acepto.-«dijo que sí, yey» 

-No te arrepentirás.- « y dale con creerte, la soberbia te está dando duro mi Vale» deja de hablarme que me desconcentro.

-Digo lo mismo.- pues ella no lo hace nada de mal querida conciencia... «Tonto, se te cae la baba» 

-Vale, pipí...-se despierta mi mini fatina y se remueve incómoda.

- Dame a la niña Enzo-me dice Val que se despertó al escucharla y se la entrego, ¿Qué le digo ahora?

-Perdón mi hermosa dama, pero mi sobrina necesita ir al baño y estoy llegando a su casa. ¿Te parece que hablemos más tarde? -respondo mientras Val me mira curiosa, enarcando sus cejas. 

-Oh, sí, sí, por favor preocúpate de tu sobrina y mil disculpas si te importuné.-díganme que no es un angelito, tan divina... 

-Tu jamás me vas a importunar... 

-Te dejo, hablamos después. 

-Addio signorina. 

-Ciao signore. 

Hago un baile mental y sonrío como crio después de recibir el mejor regalo de navidad del mundo. Val y mi mini fatina me miran curiosas y yo, sólo me río. 

-Una buena noticia. 

-La mejor de todas hermanita. 

Llegamos a la casa de Val y me despido de ellas, aunque quisiera quedarme un rato más con ellas, todavía tengo muchas cosas por hacer y preparar ahora que mi fatina a aceptado ser mi hermosa acompañante en la gala de mi museo. Llamo a Leo, una vez que mi fatina me manda los datos de su asistente y le pido que la incluya en el listado de invitados. Giacomo me mira divertido, pero no dice absolutamente nada. Me despido de él, al llegar a casa y entro en mi edificio. Subo a mi departamento y mi peludita me está esperando para que la alimente. 

-Sabes Luna, mi fatina aceptó ir conmigo a la gala, estoy tan contento. 

Luna, como siempre, me mira raro, pero esta vez se sienta y es como si me estuviera prestando atención. 

-Creo que ahora me entiendes ¿no? 

Un simple miau y sigue comiendo, yo caliento mi cena y aprovecho de comer algo, la comida del banquetero era bastante ostentosa, pero debo de reconocer que la de Gloria sabe mucho mejor. 

Termino y dejo los platos en el lavavajillas, tomo la copa de vino que me había servido y voy a mi estudio, hoy quiero pintar. Tomo un lienzo y lo coloco en el caballete, busco mis oleos y me siento frente a él, mi lápiz se empieza a deslizar en la tela y comienzo a trazar un paisaje conocido. In árbol y un pequeño columpio. Una vez trazado mi boceto tomo los oleos y comienzo a pintar... 

Me quedé esperando la llamada de mi Fatina, pero al parecer debe estar ocupada, pues no volvió a llamarme. Veo mi reloj y son las cinco treinta de la madrugada, al final me quedé toda la noche pintando y ahora tendré que espabilarme e ir a trabajar.

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