CAPÍTULO FINAL : LA TRAMPA EN LAS UVAS CALETAS
El sol de la mañana quemaba aún más fuerte sobre la playa desierta del municipio Martí cuando Alexander ajustó los binoculares. A su lado, el capitán del MININT, un tipo curtido con cicatrices de acné y uniforme demasiado ajustado, señaló hacia los matorrales de uva caleta.
—El bote llegará al anochecer —susurró el oficial—. Tenemos tres puntos de vigilancia. No puede fallar.
Daniela, vestida con un shorts ajustado y una blusa blanca que ondeaba con la brisa —el mismo atuendo que usaba cuando Roberto la cortejaba años atrás—, mordió su labio inferior.
—Él me reconocerá al instante —dijo, pasándose una mano por el pelo que Alexander tanto amaba.
—Esa es la idea —respondió él, aunque cada palabra le sabía a hiel.
Las primeras estrellas titilaban cuando Daniela apareció caminando por la orilla, su silueta recortada contra el horizonte púrpura. Desde su escondite entre las rocas, Alexander contuvo la respiración.
Roberto emergió d