—¿Babe? —llamó Monique para llamar la atención de Joshua, que estaba concentrado viendo un partido de baloncesto en la televisión de pantalla plana de la sala de su condominio.
Él apartó la mirada de la pantalla y la miró. —¿Sí, babe? —respondió mientras sus miradas se encontraban.
—Quería decirte algo —dijo ella.
Joshua la miró brevemente antes de alcanzar el control remoto de la TV. Bajó el volumen para que pudieran hablar sin distracciones.
—Ven aquí, babe —dijo, tocando el espacio a su lado en el sofá. Ella se acercó y se sentó junto a él.
—¿Qué querías decirme? —preguntó con un tono suave mientras ella se acomodaba a su lado.
Monique respiró hondo antes de hablar. —¿Podría ir mañana a mi condominio? Me gustaría limpiar un poco y recoger algunas de mis cosas —explicó, notando su intensa mirada y sintiendo que él la escuchaba atentamente.
Él asintió. —No hay problema para mí. ¿Quieres que te acompañe? —preguntó—. Mañana es sábado, no tengo trabajo y no tengo planes de salir, ya que