(Larissa)
¿Sabes ese tipo de día que parece medio fuera de eje? Así fue. Había salido apurada, medio atrasada para una reunión que terminó siendo cancelada a última hora. Decidí caminar un poco, tomar un café, tratar de organizar las ideas. A veces, solo respirar un poco lejos del caos ya ayuda.
Entré a esa cafetería encantadora por la que siempre pasaba pero nunca me detenía. Pedí un cappuccino y fui hasta el estante de libros en el rincón. Era una de esas cafeterías que tratan de ser geniales y culturales al mismo tiempo.
Fue ahí que escuché una voz familiar.
—Mira nada más... Si hubiera sabido que venir a Argentina me rendiría otro encuentro contigo, habría venido antes.
Me volteé despacio, mi corazón dio un pequeño latido fuera de ritmo. Enzo.
Esa sonrisa que mezclaba encanto y provocación todavía estaba ahí. El cabello castaño un poco despeinado, la barba sin afeitar, y esa manera despreocupada que me hizo recordar inmediatamente la escena en Chicago... la de la bolsa, el em