Entré a mi antiguo cuarto con pasos pesados, el ambiente parecía frío, vacío... pero no logro alejar la sensación de que todavía forma parte de mí.
Cerré la puerta detrás de mí y fui hasta el baño, quitándome despacio la ropa, sintiendo las marcas del peso emocional en cada parte de mi cuerpo. Mi brazo todavía dolía, donde tenía las marcas de sus dedos. Diogo no las vio y ni nadie más además de Catherine.
El agua caliente de la ducha alivió un poco la tensión, pero no hay como borrar todo lo que pasó. Mientras me enjabonaba, me preguntaba si Alessandro realmente creía que lo traicioné.
Si creía que me había involucrado con Guilherme, o si todo aquello era solo una excusa para justificar su propia traición. Y Chiara... mi corazón se apretaba solo de pensar en ella. ¿Cómo se enteró? ¿Puso a alguien a seguirme?
Termino el baño, envolviéndome en la toalla y tratando de alejar las imágenes de mi mente. Me pongo ropita simple, algo cómodo, y cuando estoy saliendo del baño, alguien toca l