Ava Davis.
Eran más de las ocho de la noche cuando Brad regresó al departamento.
Aunque no había tardado mucho en esa diligencia,yo lo esperaba preocupada sentada en el sofá.
—Ava, ¿Qué haces levantada? —Dijo sentándose a mi lado.
—No soporto estar acostada.
Él estaba preocupado,noté que deseaba decirme algo. Estos días lo notó algo distante y siempre a la calle apenas recibe una llamada.
—Entiendo,solo que estás muy débil todavía— Me observó el rostro que aún lo tenía muy pálido y fue a la cocina.
Siento que Brad,dejó su vida a un lado para cuidar de mí, no he llamado a mis padres y estamos en un departamento muy lujoso.
Brad dice que pertenece a la persona que donó el dinero para mí tratamiento.
A juzgar por este lugar,mi benefactor tiene mucho dinero, las paredes están adornadas con arte moderno y los muebles exudan sofisticación.
Sin embargo, todo el esplendor del lugar no puede desplazar la confusión y la consternación que anida en mi mente.
Desde que salí de la clínica, Br