Liam Jones.
En las circunstancias actuales no tenía tiempo para sentarme a pensar en Ava, Claro que la extrañaba, sin embargo se venían otros problemas.
Me sacaba de mis casillas las intransigencia de Alfa Edwards, siempre renuente a cualquiera conciliación que venga de mi parte.
—Alfa Liam, los linderos que colocamos ayer han sido derribados, si usted lo ordena, podemos ir a Alborada y dar una lección al Alfa Hills.
La sola insinuación me hizo alterar, Edwards es mayor y aparte es el padre de Ava.
—¡Que ni se les ocurra tocar a ese señor! — Me apresuré a decir —Yo soy él que ordena que haremos y por el momento nos quedaremos tranquilos.
—Pero, ellos comenzaron, señor.
—¿Qué parte de esperar mis ordenes no has entendido.
Yo me fui al lugar de los hechos y doblé la vigilancia en esa zona, en caso de un ataque allí si no me temblará el pulso para defenderme.
No quería entrar en confrontación pero el Alfa de Edwards lo hacía imposible con su terquedad.
Mi padre llegó a verme, él cuestion