162. El mensaje nocturno
Zacary se deslizó silenciosamente por las calles familiares del Distrito de las Sombras, manteniéndose en los lugares que no había mucha luz y evitando las áreas donde los lobos borrachos podrían estar buscando problemas como siempre hacía cada vez que salía a esas horas. Durante estos años, había memorizado cada callejón, cada ruta segura, cada lugar donde podía moverse sin ser detectado.
Al llegar a la casa de Gael, utilizó el código de golpes que habían desarrollado para las comunicaciones nocturnas: tres golpes suaves, una pausa, dos golpes más fuertes. No pasó mucho tiempo cuando la puerta se abrió casi inmediatamente, revelando a Nelly ya vestida y alerta, lista para partir
—Llegó el momento—dijo Zacary simplemente.
Gael apareció detrás de su esposa, con una expresión que combinaba expectativa y una emoción que raramente mostraba a simple vista.
—¿Malcolm ya tiene todo preparado?
—Si, ya estamos todos listos —confirmó Zacary—. Como ya saben, nos iremos por el mismo túnel que da a