231. El Juicio Final
TRES DÍAS DESPUES - GRAN SALA DE JUSTICIA DE AUROCANTO
La misma sala donde una década atrás se había perpetrado una de las muchas injusticias en la historia de los Dominios Elevados, ahora era testigo de la redención. Los asientos elevados estaban repletos de nobles, comerciantes y ciudadanos que habían venido a presenciar lo que muchos ya llamaban "el juicio del siglo", porque por primera vez, lores respetados estaban yendo a la ley para pagar todo lo que habían hecho. Las pruebas documentales que Malcolm había presentado durante la celebración de aniversario habían sido tan abrumadoras que el Rey Alaric III había ordenado de forma personal una investigación exhaustiva que, en tan solo dos días lograron recopilar en su totalidad.
En el centro de la sala, sobre la misma plataforma circular donde una vez Malcolm y su familia habían sido condenados de forma injusta, ahora se encontraban los verdaderos criminales. Sarah Silvercliff-Briarcrest, vestida con ropas simples de prisionera, habí