230. El nuevo orden
Cuando la noche terminó, el equilibrio de poder en Altocúmulo había cambiado de una forma sorprendente. Malcolm McTavish había regresado no como el lord derrotado que habían enviado a prisión, no regresó como un fugitivo, sino como un Alfa que poseía más influencia real que cualquier noble tradicional en los Dominios Elevados.
Las propiedades que Sarah y Nathaniel se apropiaron le serían devueltas, pero la verdad era que ya no las necesitaba. El imperio que había construido en Vaporaria superaba con creces todo lo que había perdido. Resultaba irónico que fuera precisamente en el Distrito de las Sombras, en medio de su desgracia, donde su vida había florecido verdaderamente: allí había encontrado a su Josie, habían nacido sus gemelos, y había conseguido el tesoro que le otorgó el poder necesario para llegar hasta este momento.
Ahora, en el presente, los Dirigibles La Druida Dorada controlaban las rutas comerciales que conectaban todos los Dominios Elevados. Las Minas Fletcher producían