La imagen de Salomé dependía de que eso no lo supiera nadie, pero esa posibilidad tambaleaba cuando el interés de otros estaba sobre su imagen. Investigando, queriendo conocer cada uno de sus pasos y eso era un peligro, que estaba decidida a mantener.

Aún más cuando intromisión de otros llegaba en forma de miradas que no necesitaba razones para ser molestas.

Lo peor del caso era que eso no significaba el mayor riesgo entre sus preocupaciones. Julian no sólo había perdido la cabeza, se destrozaba a sí mismo dando declaraciones a los medios cada vez que algo nuevo le tocaba el cerebro.

Ni siquiera analizaba si era viable, solo lo repetía logrando el efecto contrario, porque incluso Borghese y el candidato desaparecido estaban manteniendo sus números, menos Julian.

Este incluso había descendido con un punto menos y eso, en sólo días, iba a ser un gran problema si continuaba de esa manera.

No había comido más que una banana en rodajas esa mañana y tenía horas moviéndose de un lado a