Capítulo 35. Espectáculos llamativos.
Dolor, placer, sudor, carne chocando contra carne. Johan había sido un maldit0 huracán que arrasó con cada uno de sus pensamientos y ella se había convertido en el epicentro que rompió, pidiéndole más incluso cuando cada zambullida la hacía gritar como si se desgarrara por dentro. Salomé ladeó una sonrisa al abordar el taxi que agradeció que llegara tan rápido, porque sus piernas ardían.
Y no precisamente como horas antes.
Reparó su aspecto en el espejo y agradeció que al menos el rostro lo tuviera intacto.
Salvo por los labios que sentía inflamados.
El taxista decidió que era una buena idea tomar justo la calle frente a Dark Code. Johan iba saliendo con el traje de nuevo sobre su cuerpo y ahora que lo veía…
¡Salomé, esos pensamientos!
Sus ojos y los del candidato conectaron por un instante, y esa punzada en su centro le hizo sentir lo suicida que era su cuerpo, quien a diferencia de su mente, no entendía que había llegado al límite. El último orgasmo la hizo caer de cara contra la