Capítulo 216. Noche de invierno en Manhattan.
El aroma a palomitas. El sonido de una comedia reproduciendose en el televisor. Robinsón dejando a Orianne acomodarse mejor en su hombro. Aranzu por primera vez en pijama frente a una familia distinta a la suya. Vito sintiéndose cómodo en una sala que no es la suya. Théa a punto de dormirse acurrucada en el sofá personal con una manta encima. Todo contribuía a un ambiente calmo, en el cual solo faltaba Salomé, aunque esta se había marchado minutos antes.
Aunque al abrirse la puerta, los visitantes no dejaron a la empleada siquiera saludar cuando la empujaron fuera del camino. Con pasos largos y apresurados ignoraron las solicitudes de detenerse.
—No tenías derecho— las palabras salidas de Begoña borraron las risas de toda las personas que estaban reunidas en la sala. Deshaciéndose de sus cómodas posturas, todos fijaron la vista en dirección al recibidor.
La mujer de abrigo amarillo respiraba en secuencias interrumpidas por su mismo enfado, al igual que el esposo, quien aniquiló al h