Capítulo 143. Agobio.
—Precisamente cuando me entero de estas cosas es que la estupidez humana no dejará de sorprenderme.
La voz de Elías retumbó en la sala común, sus pasos sugerían prisa y hasta la temperatura descendió en el momento que sus ojos se deslizaron por el entorno.
Tobías Müller muerto. Por increíble que pareciera, se lo esperaba. Se imaginó que uno de ellos iba a morir, aunque creyó que sería la mujer joven que no entendía que hacerse la digna ahora no cambiaría nada. Quien rata es, rata se muere.
Sin embargo, su capricho estúpido por un antiguo cliente la había hecho perder a uno de los suyos. Algo que, si no lograba hacer que detuvieran investigaciones, lograría que encontraran que no entró legalmente al país, que no venía solo y que...Nadie podía saber nada más.
Tener a tantos bajo su ala debía acabarse. La información era la importante y se estaba hartando de que incluso con la mujer del portugués, no quisiera hablar aún cuando redujo más su alimentación. Estaba siendo muy paciente po