*Tyler*
Nos montamos en esas barcas mientras ella miraba a nuestro alrededor, como asegurándose de que nadie nos escuchaba, ella suspira y se relaja.
— Lo siento —me mira algo cortada y cabreada.
— ¿Me piensas contar ahora qué pasa? —pregunto histérico.
— Sí…
— Bien, pues te escucho.
— Te parecerá una locura y si después de esto quieres dejar de verme o hablarme puedes hacerlo de todas formas, nos conocemos de hace menos de veinticuatro horas.
— Te sorprendería las cosas que he visto, tú cuéntame y ya veremos qué pasa, luego intento ser comprensivo.
— Vale… —respira profundo y luego suelta aire—. Mi padre es un capo muy importante, esos hombres que nos estaban siguiendo trabajan para él, son mis guardias.
Me quedé atónito, sabía que algo estaba pasando, pero no me imaginaba esto.
— Sé que es difícil de tragar, pero yo no soy como él.
— ¿Cuántos años tienes? —ella se sorprende por mi pregunta, como si le hubiera ofendido de cierto modo.
— Veinticu