Liah
Rayos, mi cabeza, me toco la nariz y estoy sangrando. Me tomo un analgésico y trato de calmar un poco el dolor. Siento la puerta y me levanto como puedo del dolor que tengo.
—Demetry, ¿qué haces aquí? —Está muy molesto —¿Te pasa algo? Te ves alterado.
—Tú no tienes la culpa de nada, — me tomo por los brazos — . Perdóname.
—No entiendo qué te pasa.
—Me pasa que mi hermano es un desgraciado, — ¿qué? —Se aprovechó de toda la situación y la más perjudicada eres tú.
—Explícame.
—Leandro, estaba enamorado de una mujer en España. Jamás lo vi tan obsesionado con una mujer como con ella; contrató investigadores, no miró a ninguna durante años y, de pronto, llegas tú y cambia de parecer. ¡Sabía que no era normal! ¡Él no es así!
—Demetry, eso pasó hace años.
—¿Años? ¡Esa mujer es mi esposa, tu hermana y su amante!
¡No, no, no, Dios!
—¡No es cierto! ¿Cómo lo supiste?
—Eso no importa, pero lo sé, mi propio hermano. ¡Me vio la cara de idiota! ¡Me han traicionado! Lo peor es que mi mala decisi