Liah
Liam lo piensa, pasa su mirada por toda la habitación, seguro buscando a mi sombra, luego a su abuelo y de nuevo a mí.
—¿Quieres saber nuestro secreto, Liam, o quieres morir engañado?
—La casa está llena de mis hombres, los cuales saben que estamos aquí. ¿Crees que saldrás con vida? —Alzo mis hombros restándole importancia— ¿Fue un acto de homicida/suicida?
—No. La suerte está de mi lado, siempre ha sido así — sonrió al verle la cicatriz. — Linda herida. Te quedará de por vida.
—Vas a pagar por eso.
—¿Querías algo mío? Ahí lo tienes.
—Quería ser condescendiente contigo, tal vez te perdonaría la vida porque eres tan bonita, buena y te quería. Por eso destruiría a todos menos a ti; sin embargo, preferiste al amante de tu hermana en vez de a mí.
—Le pertenecía a Leandro desde que era una niña y si no hubieras sido un machista, presumido, tal vez hubieras tenido una oportunidad. Ahora, lo que nos compete.
Liam observa cómo aprieto la manguera y el enfermo va ganando un color violáceo