Liah
Escucho voces, me molesta la cabeza. Empiezo a abrir mis ojos y veo a… Kira y Emma.
—¡Quiero saber por qué no despierta! —menciona Kira.
—Yo también, pero ni loca la dejaré a solas contigo. Le puedes hacer algo —responde Emma.
—¡Estás loca! Es mi hermana.
—Yo soy más su hermana que tú. Eres una víbora. No confío en ti.
—¿Por qué pelean? — Ambas se voltean a verme y Kira se acerca.
—Ya despertaste, eso es grandioso —mira a Emma —. Ve y llama al médico.
—Ve tú, ¿Por qué debo hacerlo yo?
—No peleen —intento sentarme y me ayudan —. Mi cabeza.
—Voy a llamar al médico—dice Emma. —Más te vale que no le suceda nada.
Sale de la habitación. Trato de recordar qué sucedió y todo me llega de repente.
—Te encanta asustarnos, Liah.
—Leandro… ¿Dónde está Leandro?
—¡Cálmate! ¡Cálmate! —Trato de levantarme de la cama, quitarme la vía, el suero.
Espera, ¿estoy en el hospital?
—Te calmas o te mando a amarrar, tú decides. —Amenaza, Kira.
—¿Qué pasó? ¿cómo llegué aquí?
—Empezaste a sangrar, a desvaria