*Mía*
Llevo ya 3 días aquí en el hospital y hoy por fin me dan de alta, así podré viajar a Francia. Paolo no se ha despegado de mí durante todo este tiempo. Mi amiga Matilda y Matías tuvieron que viajar otra vez a Francia para hacerse cargo de la tienda y Matías de los negocios de Paolo, que ya me imagino cuáles son.
- Hola, Ángel - entra Paolo con un ramo de flores.
- Son preciosas - las acerco a mi nariz para olerlas.
- Gracias, Paolo.
- ¿Lista para irnos? - asiento con una sonrisa.
- Más que lista - Paolo toma mis cosas y con mucho cuidado me lleva en una silla de ruedas, aunque yo quería caminar, pero Paolo, como siempre, se salió con la suya.
Llegamos al aeropuerto y abordamos el avión con destino a Italia.
- ¿Contenta por regresar?
- Sí, muy contenta. Aunque tengo que buscar dónde quedarme - Paolo me mira serio.
- Te irás conmigo y no se discute - ahora la que lo mira seria soy yo.
- ¡Paolo, tú no decides por mí! - pongo mis brazos cruzados.
- Mía, quiero cuidar de ti